miércoles, 18 de marzo de 2009

VARIEDADES DEL ESPAÑOL

Variedades del uso Lingüístico del Español

Los hablantes de una lengua introducen variantes que dan lugar a una gran diversificación. Las causas son múltiples: evolución histórica, geografía, clase social y cultura. El estudio de estas variantes se puede resumir así:

1) Estudio diacrónico: cambios sufridos por la lengua a lo largo de la historia; por ej.: parabolla > parabla > palabra.




2) Estudio sincrónico: estudio de la lengua actual con todos sus elementos fijos y variables. Dentro de este estudio podemos situar lo que nos interesa para el tema de los dialectos:

>Dialectos Geográficos (variantes diatópicas): son las variantes debidas a las distintas zonas geográficas donde se habla una lengua: leonés, aragonés, bable, andaluz, murciano, canario, valenciano, hispanoamericanos.

>Variedades sociales (variantes diastráticas): son las variantes que se derivan de un deseo de uso perfecto de la lengua (culto), de un uso más elemental (coloquial), de la baja cultura del hablante (vulgar), de pertenecer a una profesión o a un grupo social determinado (jergal).

Hay otras variantes, llamadas diafásicas, que son más personales del individuo y se deben a la situación del emisor y del receptor, al tema, al canal.

Por ejemplo, el "Así, así gana el Madrid" de los hinchas futbolísticos sería una variedad diafásica. Estas variantes constituyen los diversos registros o idiolectos que un hablante puede emplear: registro formal (ante receptores con los que no se sostiene una relación de confianza), registro informal (con receptores de confianza o amistad), registro familiar (en el hogar y en la intimidad familiar), etc.


Variedades Sociales del Español

Llamamos variedades sociales o diastráticas a los diversos niveles de la lengua, es decir, a las diferentes formas de utilizar la lengua por parte de los hablantes, en cuanto que pertenecen a una clase social determinada o a unn nivel cultural que va asociado a ella.

Al hablar de variantes sociales, nos referimos a las variedades de la lengua, asociadas a grupos (estudiantes, familia, peñas, círculo de amigos, profesiones, hampa), que determinan el uso específico de un nivel lingüístico.

Una persona puede utilizar varios niveles en su vida normal: un médico que analiza con su equipo la operación de un enfermo (nivel jergal), informa a los familiares de la misma (nivel coloquial), comenta con unos amigos la noticia de un periódico (nivel culto) y hasta puede tener una discusión caliente por un problema de tráfico (nivel vulgar).

Vamos a analizar las variedades que ofrecen estos dialectos sociales en sus distintos niveles de lenguaje:

1) LENGUAJE COLOQUIAL (COMÚN): Es el que emplean los hablantes en su vida cotidiana para comunicarse con los amigos y la familia. Podemos decir que es la variedad más utilizada de la lengua. En el lenguaje oral se caracteriza, en general, por ser espontánea, relajada y expresiva. Aunque respeta la norma comete algunas incorrecciones. En la variedad escrita es la preferida por los medios de comunicación porque es correcta y comprensible para la mayoría de los hablantes.

· Léxico sencillo y familiar

· Uso de palabras comodín ("cosa", "tema"), muletillas ("¿entiendes?", "entonces") y frases hechas ("a nivel de", "en base a").

· Uso de aumentativos ("grandote"), diminutivos (manitas"), interrogaciones retóricas ("¿ya viniste?"), exclamaciones ("¡Qué lío!")

· Vocabulario impreciso y limitado

· Omisión de fonemas finales, apócopes ("cole", bici, bocata)

· Frases cortas, sencillas y, a veces, sin terminar ("si yo te contara...").

2) LENGUAJE CULTO:.Modalidad lingüística que utiliza de manera perfecta la morfosintaxis y el léxico de una lengua. Utilizado por personas que poseen un alto conocimiento de la lengua y emplean todos sus recursos. Se manifiesta más claramente en la escritura y se encuentra, sobre todo, en textos literarios y científico-técnicos.

Es el mejor para expresar pensamientos complejos y transmitir conocimientos. Funciona como modelo de corrección para los demás niveles y garantiza la unidad del idioma.

3) LENGUAJE VULGAR: modalidad lingüística usada por la gente corriente en sus relaciones ordinarias, con frecuentes transgresiones a la norma y uso de vulgarismos. Viene determinado por la deficiente formación lingüística de los hablantes, que se sienten incapacitados para cambiar su registro idiomático y, por lo tanto, disponen de menos posibilidades de comunicación, lo que supone una desventaja individual y social.

El desconocimiento de la norma origina varias incorrecciones, llamadas vulgarismos, que afectan a todos los planos del lenguaje.

· Confusión ("abuja"), adición ("amoto") o pérdida de vocales ("delgazar"), consonantes ("diputao"), y sílabas ("paralís")

· Cambios de acentuación ("périto").

· Alteraciones verbales: "habemos", "haiga", "vinistes".

· Confusión en el orden de los pronombres personales ("me + se" por "se + me").

· Abuso de muletillas y palabras comodín.

· Abuso de palabras malsonantes.

· Pobreza en la exposición de las ideas.


4) LENGUAJE JERGAL: lengua especial de un grupo social diferenciado, usada por sus hablantes sólo en cuanto miembros de ese grupo social. Las principales jergas son:

· Jerga de grupos sociales: utilizado como seña de identidad por un conjunto de personas para diferenciarse de los demás: deportistas, jóvenes (estudiantes), cazadores, espiritistas, etc.

· Jerga familiar: conjunto de palabras que por broma o ironía se introducen en la conversación familiar de todas las clases sociales.

· Jerga profesional: lenguaje a base de tecnicismos utilizado en las diversas profesiones: médicos, informáticos, filósofos, científicos, matemáticos, marineros, etc.

· Jerga del hampa: lenguaje utilizado por grupos marginales para guardar el secreto y la defensa de sus miembros. Se denomina también Germanía (España), argot (Francia; a veces esta palabra se emplea como sinónimo de jerga en general), furbesco (Italia), cant (Inglaterra), Rotwelsch (Alemania), el caló de los gitanos.


Características Generales de las Jergas:

· Uso de un vocabulario que sólo conoce el grupo al que da cohesión.

· Quien entra en el grupo está obligado a aprender dicho vocabulario.

·
El ocultismo del vocabulario tiene diversos grados: no es igual el de la jerga familiar que el lenguaje del hampa. En el de la cárcel, las palabras cambian frecuentemente para mantener el grado de ocultación.

· La jerga juvenil: uso de palabras comodín ("colega"), neologismos, apócope ("mates"), extranjerismos ("body").

· El cheli es una jerga muy en boga entre las tribus urbanas.


Lenguas y Dialectos de España en la Actualidad

Como es sabido la Constitución de 1978 refleja la existencia en España de cuatro lenguas: el español o castellano (lengua oficial del Estado español), el catalán, el vasco o esuskera, y el gallego

El castellano. Variantes o modalidades del castellano

El castellano posee varios dialectos divididos en dos zonas:

1) HABLAS SEPTENTRIONALES: Se caracteriza por su tendencia conservadora. Su origen histórico se remonta a las variedades peninsulares existentes en España durante la Reconquista, por lo tanto presentan cierta autonomía con respecto al castellano, aunque en la actualidad están muy influidas por él. El leonés y el aragonés son dos dialectos que podemos observar en esta zona.

El leonés es un dialecto histórico que registró una intensa influencia del gallego. Nunca tuvo una fuerte unidad lingüística, lo que hace que aún hoy haya tres variedades: central, oriental y occidental. Se trata de una lengua particularmente arcaica, sin fronteras claras con el gallego. En la actualidad abarca el antiguo reino de León y las provincias de Asturias, Santander y parte de Cáceres. Destaca especialmente la variedad leonesa hablada en Asturias, conocida como el bable.

El antiguo dialecto aragonés hoy solo pervive en los valles pirenaicos de Huesca y en las comarcas del Ribagorza y de la Litera. Fragmentación, heterogeneidad y escasa vitalidad son sus rasgos fundamentales. En el resto del antiguo dominio dialectal aragonés las hablas se hallan totalmente españolizadas

2) HABLAS MERIDIONALES:proceden de la evolución interna de la expansión del castellano, implantado ya como lengua mayoritaria en la Península Ibérica. Frente al conservadurismo de las hablas septentrionales, las hablas meridionales se caracterizan por su variedad y la tendencia a las innovación lingüística. Las hablas meridionales son: extremeño, canario, murciano, andaluz y el español de América.


Las Hablas Meridionales Caracterizan, Fundamentalmente, por:

1) YEÍSMO: pronuciación de /ll/ como /y/: yave, gayina, cabayo...

2) RELAJACIÓN O PÉRDIDA DE LAS CONSONANTES IMPLOSIVAS (seguidas de otra consonante, en medio de una palabra) Y FINALES, especialmente s: aspiración (ehte, cahco, obihpo), a asimilarse a la consonante siguiente (canne, pienna) o a desaparecer (má 'más', só, 'sol', comé 'comer', uhté, 'usted').

3) PÉRDIDA EXTREMA DE -D- INTERVOCÁLICA: amao, bebío, deo...

4) SESEO: el fonema /z/ se pronuncia como /s/: sapato, senisero, plasa. Este fenómeno tiene más prestigio social que el ceceo y se extiende por todas las hablas meridionales sobre todo en Canarias y en América.

5) CECEO: el fonema /s/ se pronuncia como /z/: zeñorito, coza, penzar...

6) ROTACISMO (confusión) /L/ y /R/: almario, barcón,

7) ARTICULACIÓN ASPIRADA CORRESPONDIENTE A LA VELAR FRICATIVA SORDA (/J/) del español general (hamón, hardín).

Estos rasgos son comunes, en mayor o menor medida a las hablas meridionales.

El EXTREMEÑO. Se habla en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Tiene influjos del leonés y el andaluz. Sus características lingüísticas son el seseo, ceceo, yeísmo, aspiración de la h y la j, pérdida de d intervocálica, confusión de la l y de la r al final de sílaba, utilización de la i y de la u en lugar de la e y de la o, diminutivos en -ino (blanquina, por blanca)

El MURCIANO. Denominado también panocho, se habla en la Comunidad Autónoma de Murcia. Recibe influencias del aragonés, catalán-valenciano y andaluz. Sus características son: desaparición de la d intervocálica (piazo, por pedazo), palatalización de la l como en catalán-valenciano (llingua, por lengua). También se da el ceceo, seseo y yeísmo.

El CANARIO. La mayor parte de las personas que llegaron a las islas Canarias procedía del sur de España, por eso su lengua tiene que ver con los dialectos meridionales. También tiene préstamos del guanche, lengua autóctona. La influencia del gallego y portugués se debe a estar en la ruta de navegación de aquéllos. Tiene influencia del español de América por la misma razón.

EL ANDALUZ.- La modalidad andaluza presenta desde el punto de vista sincrónico y diacrónico una serie de rasgos insólitos y diferenciadores, producto de la evolución de la lengua española a partir de una serie de acontecimientos históricos, que se desarrollan en las tierras del sur peninsular desde finales de la Edad Media, y de soluciones lingüísticas claramente diferenciadas de las de otras modalidades del español, suponiendo también una evolución más avanzada respecto a estas otras modalidades, pero que en ningún caso significa ruptura o separación de la lengua española.

Además de las características propias de las hablas meridionales del castellano ( # el YEÍSMO, # el CECEO, # el SESEO, # RELAJACIÓN O PÉRDIDA DE LAS CONSONANTES IMPLOSIVAS Y FINALES, # ROTACISMO /L/ Y /R/, # ASPIRACIÓN DE LA /J/ # PÉRDIDA DE LA -D- INTERVOCÁLICA), el andaluz presenta las siguientes peculiaridades:

· VOCALISMO.- La aspiración y pérdida de la -s final (fundamental para la distinción entre singular y plural, y para la distinción entre la 2ª y 3ª persona del singular de los verbos) en el andaluz ha provocado dos soluciones: 1) Andalucía occidental (algunas zonas cordobesas, situadas en su mayoría en el sector noroccidental de la provincia, el centro y occidente de Sevilla, la franja occidental de Málaga, Cádiz y Huelva en su totalidad) que aspira la vocal anterior a la consonante perdida: la gata blanca frente a lah gatah blancah. 2) Andalucía oriental (Almería, Granada, Jaén, gran parte de Córdoba y las franjas orientales de Málaga y Sevilla) que pronuncia con una mayor abertura la vocal anterior: la gata blanca frente a l LA gatA blancA. Esto implica el desdoblamiento de las cinco vocales del castellano en un nuevo sistema con diez vocales (cinco de apertura normal, y cinco más abiertas).

· En parte de la provincia de Sevilla, Cádiz, Granada capital y la costa de Almería, la /ch/ castellana se pronuncia como "sh": noshe (noche), mushasho (muchacho).

· Con frecuencia, el debilitamiento de las consonantes implosivas, en los grupos consonánticos como gn-, zn-, ct-, entre otros, se resuelve mediante una asimilación de la primera a la segunda consonante: [dínno] 'digno', [tínne] 'tizne', [obippo], 'obispo, [efétto] 'efecto'. Dichas variantes alternan con dihno, tihne, obihpo, efehto

· Otros rasgos fonéticos en el nivel coloquial: no son privativos de Andalucía, pues están extendidos en ámbitos del español coloquial de escasa cultura, donde se dan con cierta frecuencia. Así, las reducciones o apócopes de palabras: [ká] 'casa', [mú] 'muy', [pá] 'para', [pó] 'pues'.

RASGOS MORFOLÓLGICOS.

· Presencia enfática del pronombre personal de primera persona yo (ya yo me voy), para diferenciar las personas gramaticales.

· Distinción de las formas pronominales lo/la/le, sin que los fenómenos de laísmo, loísmo y leísmo, tan frecuentes en la modalidad castellana, afecten a la andaluza, aunque el leísmo se va extendiendo con fuerza entre hablantes jóvenes.

· Uso de ustedes en vez de vosotros tanto para el tuteo como para el tratamiento de cortesía, especialmente en la zona occidental (ustedes me acompañáis / ustedes me acompañan). En niveles socioculturales bajos el uso de ustedes para tuteo se acompaña del pronombre se en vez de os (ustedes se vais, 'vosotros os vais').

· Como efecto del empleo de ustedes, sustitución del posesivo vuestro por la fórmula de+ ustedes (¿es de ustedes esta casa?), que también se extiende a la sustitución de otros posesivos como nuestro por de+ nosotros (ese coche es de nosotros).

· Uso de haber por ser(aquí habemos muchos), aunque este uso es un vulgarismo reducido a zonas rurales y hablantes de edad avanzada.

·
Usos vulgaresque también encontramos en otras zonas del español en hablantes de escasa cultura como el uso de haiga en vez de haya, díceselo en vez de díselo, venéis en vez de venís.

· Rasgos morfosintácticos, como la interrogación retórica con marcado valor expresivo: ¿no me va a gustar? o no ni ná, tres negaciones con valor afirmativo enfático.

· Cuantificadores e intensificadores coloquiales como tela, con el significado de 'muy' (tela de grande); pe(d)azo, con el significado de 'grande' o 'bueno', (¡qué pe(d)azo de casa!); jartá por 'mucho' (me di una jartá de correr).

· Empleo habitual de diminutivos con valor afectivo (chiquillo).

· Abundante uso de comparaciones con valor hiperbólico (es más bruto que un ara(d)o)


RASGOS LÉXICO-SEMÁNTICOS.-

Por razones históricas y de repoblación, por el gran número de unidades que lo constituyen y su variedad de usos, el léxico andaluz es más complejo y difícil de sistematizar que el fónico y el morfológico: GITANISMOS (chaval, menda, churumbel, chalao), ARABISMOS, la utilización de términos que, si bien pertenecen al léxico común, son poco utilizados en otras zonas del castellano; así: zarcillos en lugar del término más generalizado 'pendientes', candela por 'lumbre', compadre por 'consuegro'.

Por influencia fonética se lexicalizan términos que pierden su sentido originario y adquieren una personalidad propia, incluso ortográfica, diferente a la palabra castellana originaria, como: tocaor (el que toca la guitarra), cantaor (el que canta), como consecuencia de la pérdida de la -d- intervocálica; mijita (un poquito, 'migajita'); quiyo ('chiquillo'), como forma apelativa para dirigirse al interlocutor, por pérdida de sílaba; malage, ('mal ángel'), con el sentido de persona desagradable; juerga ('diversión'), procedente de 'huelga', o jondo ('hondo'), debido a la aspiración de la h- inicial.



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