miércoles, 8 de abril de 2009

LA SEÑAL DEL RETORNO DE JESUCRISTO (nueva)



Cada vez más este libro me asombra. Es algo extraordinario, jamás había visto tanta claridad respecto al ser humano, el universo y la vida. No hay ni un solo aspecto que no está en este libro maravilloso. Es como si Dios nos diera todo el conocimiento posible a través de las páginas gloriosas de la Biblia. Nada se escapa, nada se oculta, todo se manifiesta.

Quienes pongan seriedad en el estudio de la Palabra de Dios verán cada detalle como está toda la información genética en el DNA. Sólo una mente que conociera todo pudo redactar los acontecimientos que aquí se narran.

La Biblia no es un libro de una particular religión, no es propiedad de un pueblo exclusivamente, la Biblia es la revelación de la verdad divina. Es la antorcha que nos ilumina en medio de la oscuridad de la ciencia.

La ciencia nos lleva por un laberinto que no conduce a ningún lugar, entender y comprender a la huamnidad a través de los hombres de ciencia, es ir por un bosque que tiene entrada pero no tiene salida, es el laberinto de Creta. No hay propósito para el hombre desde la perpectiva científica, para ellos somos un eslabón en la cadena de la evolución, un animal más que por suerte pudimos avanzar más en ese proceso y hemos dominado sobre las demás especies.

Pero las Sagradas Escrituras nos muestran el camino por donde encontrar la puerta a la vida eterna. Nos dice de dónde venimos y hacia dónde vamos. No hay laberintos oscuros, no hay laberintos por los cuales nos perdamos dando vueltas sin sentido, no hay oscuridad ni tropiezos. La vereda es clara, vamos guíado por una antorcha divina, vamos guiados por las manos de Dios.

Esa es la diferencia entre creer en Dios y no creer, creer en las Sagradas Escrituras o creer en las narraciones fantásticas de la ciencia. Algunos sienten orgullo de ser producto de una evolución alocada, de una evolución sin sentido, sienten orgullo de descender de un tronco común con el mono, tronco que nunca ha podido ser evidenciado, sienten orgullo de que sus ancestros vivían en los árboles y se echaban al vacío sostenidos por el rabo.

Hablan y hablan pero todo es una vil mentira. Hablan de los hombres primitivos.¿Acaso no tenemos hombres primitivos en muchas regiones del mundo?¿En Australia, en el Amazona, en Afríca?¿Acaso no tenemos hombres produciendo fuego frotando piedras?¿Acaso no tenemos tribus que no usan ropa?¿Acaso no tenemos tribus cuyas herramientas son rústicas, de piedra, de madera?

El ser humano es el mismo hace 6000 años. No hay evidencia de evolución alguna. Los seres humanos hace seis mil años eran como ahora. Hacían lo mismo, pensaban de la misma forma. Cometían los mismo errores, cultivaban la música, el arte, la escultura, tenían conocimientos de astronomía. Si un ser humano de los tiempos de Noé pudiera viajar a nuestros tiempos, nadie notaría la diferencia. Podría asistir a una universidad, comer tranquilamente en Ponderosa, ir al cine, guiar un automóvil.

La evolución es tan falsa como tan falsa es la religión de los científicos.

La Biblia nos deja asombrado. Cada evento Dios nos lo revela. No hay nada oculto para los que creen, pues el Señor les muestra la senda de la verdad.

La Biblia nos permite saber los tiempos. Nos permite seguir el rastro de Jesús, desde el anuncio de su presencia en la tierra dado al principio de la creación. Fue prometido en Génesis 3:15, cuando Satanás logró engañar a la primera pareja.

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, ésta te herirá en la cabeza, y tu le herirá en el calcañar. Génesi 3:15

Desde el primer momento de la caída de Adán y Eva fue anunciado la llegada de un día de Jesús. Esta profecía comenzaría a cumplirse 3995 años más tarde después de Adán cuando Cristo nació en un humilde pesebre en Belén de Judea

El nacimiento de Cristo fue anunciado a través de diferentes profetas en épocas distintas. Dios fue suministrando detalles, cada vez más específicos sobre el nacimiento de Cristo. No fue una profecía inventada, fueron cientos de profecías que anunciaban el nacimiento del Redentor.

El profeta Balaam cientos de años antes del nacimiento del Mesías tuvo una visión en la que se mostró al Lirio de los Valles. Este profeta pudo ver la grandiosa figura de Jesús mucho antes de que éste naciera.

Lo veré, mas no ahora; Lo miraré mas no de cerca; Saldrá Estrella de Jacob. y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set. Números 24:17

Balaam vio la señal que se vería el día del nacimiento de Cristo, la estrella, la Estrella de Belén, la Estrella de Jacob.
Esa estrella iba a dirigir a los pastores que serían comisionados a encontrar al niño Jesús. Aquí ya Dios nos da una señal, un detalle maravilloso, cuando aquel ser naciera en la tierra, habría una estrella para anunciar su nacimiento.

Pero Dios siguió dando detalles espécificos sobre su Ungido, sobre el Salvador que habría de venir, Dios no quería dejar duda alguna para que Cristo fuera identificado como el Cordero de Dios. Dios conoce los tiempos y Dios establece las señales para que los seres humanos podamos interpretar los eventos históricos.

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Isaías 7:14

Es algo que nos sorprende cómo Isaías pudo saber de quién iba a nacer Cristo y cuál iba a ser su nombre. Isaías tuvo la dicha, el privilegio de ver al niño Jesús, de conocer los detalles de su nacimiento y ver los detalles de su pasión y muerte. La vida del Señor fue dada a conocer mucho antes de venir a este mundo.
No solamentes nos da detalles de Jesús, sino que nos brinda información de su carácter, su personalidad, su misión, nos habla del poder de Cristo para realizar milagros.

La vida de Cristo está dada mucho antes de nacer, es como un lienzo de un gran pintor que puede mostrar la historia de un hombre cientos de años antes de que los hechos ocurrieran.

El nacimiento de nuestro Señor fue anunciado por Dios a los tres magos. Aquellos tres pastores que pastoreaban en la noche observaron el cielo y vieron una enorme y reluciente estrella, una estrella diferente, una estrella que llamaba la atención, una estrella que se comportaba extrañamente, una estrella que les invitaba a serguir.

Aquellos tres pastores reconcieron el significado de la misma, sabían que detrás de ella había un misterio que resolver, así que la sigieron hasta que la misma se detuvo sobre un humilde pesebre. Allí estaba el Rey de los judíos, el prometido por Dios. Allí estaba un hermoso niño, allí estaba el nazareno, el Hijo de Dios que venia a salvar a la humanidad, que vino a establecer nuevamente los lazos del homvbre con su Creador. La Estrella de Belén fue la señal de Dios para anunciar al mundo el nacimiento de su Hijo Amado.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,

diciendo:¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
S. Mateo 2:1-2

Esa es la señal de Cristo, una brillante estrella. Esa estrella que alumbró a los magos es la misma estrella que ha de aparecer antes del retorno del Señor a la tierra.

Su segunda visita será nuevamente anunciada por el surgimiento de una brillante estrella, una estrella que millones han de reconocer como el punto final, esa estrella nos dirá que en un instante, el velo del cielo se correrá y aparecerá impresionante la figura del Señor acompañado de millones de ángeles sentado en su trono de gloria.

Ya estamos cercano a ese día que será maravilloso para la Iglesia Universal de Cristo, pero uno de de dolor y de angustia para aquéllos que no han creído en su nombre ni en su palabra.

Si las profecías que anunciaron el nacimiento de Cristo fueron cumplidas, también se han de cumplir todas las profecías relacionadas con su segunda venida.
Veremos esa estrella de la misma forma que los tres magos la vieron aquella noches hermosa de la cual la Biblia nos habla.

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre sobre las nubes con poder y con gloria. S. Mateo 24:30


Lo mismo que sucedió con el pueblo judío, hoy está sucediendo con la iglesia cristiana. Los pastores de Israel se olvidaron de las ovejas descarriadas, sólo se preocupaban por las gordas, por las saludables, por las que estaban en el rebaño. Dios los llamó pastores inútiles que se dedicaban a otras cosas y descuidaban a las ovejas que estaban bajo su responsabilidad.

¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño, dice Jehová!
Jeremías 23:1

Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor:¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan así mismo.¿No apacientan los pastores a los rebaños?

Coméis la grosura, y os vesti de la lana; la engordada desgolláis mas no apacentáis a las ovejas.

No fortalecisteis las débiles, ni curateis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.

Y andan errante por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado.

Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas.

Por tanto, pastores, oid palabra de Jehová:

Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presas de todas las bestias del campo, sin pastor, ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron así mismos, y no apacentaron mis ovejas.

Por tanto, os pastores, oid palabra de Jehová.

Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra los pastores, y demandaré mis ovejas de sus manos, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán así mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no le será más por comida.

Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré.
Ezequiel 34:2-11

Es terrible esta queja de Dios contra los pastores de Israel. Durante cuatro mil años Dios estuvo tratando con la humanidad, especialmente con Israel al cual había constituido desde que Dios llamó a Abram de Ur de los caldeos.

Siempre Dios le había enviado a un líder, que era a su vez líder religioso y líder político, no existía esa separación que hoy permea en las constituciones de casi todas las naciones del mundo. Israel fue sometido por 400 años a un cautiverio en Egipto. Dios llamó a Moisés y lo convirtió en su líder y los libertó. Por cuarenta años Moisés regía el destino de Israel y Dios entra y los dirije directamente. Pero Israel se rebeló contra Dios, hizo lo malo, se apartó de la senda correcta y siguió tras los dioses ajenos de las naciones que le rodeaban. Se fueron tras los baales y se olvidaron de las leyes y los estatutos de Dios.

El pueblo se olvidó de todos los milagros que Dios había realizado desde que los sacó de Egipto. Se olvidaron de enseñarle a sus hijos y las futuras generaciones caminaban por rumbos equivocados.

Entonces Dios les puso jueces, pero ellos hacían lo que querían, no respetaban y seguía sumergidos en la idolatría. Después Dios le envía profetas cuando los judíos no quieren ser dirigidos por Dios, ellos quieren reyes como todas las naciones. Pero sus reyes se corrompen, algunos se acercaron a Dios, pero la mayoría hicieron lo malo ante Dios.

Los pastores, los líderes religiosos, los sacerdotes de Israel, los pastores de Israel erraron sus caminos. No sólamente se unieron al pueblo para matar a los profetas de Dios sino que no se preocupaban por las ovejas, enseñaban cosas que Dios no le había mandado. Así que el pueblo cae en el pecado y es espacido, regado, sometido por los enemigos. Fueron esclavizados por los babilonios y finalmente por los romanos.

El pago de la desobediencia fue grande. Los enemigos profanaron el templo y mataron a los sacerdotes. Así llegaron a los tiempos de Cristo. Están con una institución religiosa, que en vez de acercarlos a su Creador los empujaban a apartarse de la verdad.

Cristo se lamentó frente al templo. Se lamentó de la desobediencia de este pueblo.

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas y no quisiste!He aquí que vuestra casa os es dejada desierta.

Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis; Bendito el que viene en nombre del Señor.

S. Mateos 23:37-39

Esa tristeza expresada por Jesús sobre su pueblo nos conmueve. Jesús les dice a los judío que Dios había hecho todo lo posible para que ellos volvieran al camino de la verdad, para que volvieran a ser el pueblo que le servía, pero ellos se rehusaron.

Dios le había enviado profetas durante cientos de años, pero en vez de escucharlos, los mataban, lo apedreaban. Los líderes religiosos se dedicaron a servirse del pueblo y no a servir al pueblo, a dirigirlos. Así que el mismo Dios dijo que él iría a recoger a sus ovejas.

Israel nunca aprendió la lección y todavía tampoco lo ha hecho. Los líderes religiosos de Israel, sus profetas y sus pastores estaban más interesados en sus puestos, en sus ganancias, en sus vidas cómodas que en enseñar al pueblo. Se olvidaron del pueblo, ellos se consagraron como clubes sociales, se apartaban, se reunían en el templo pero no enseñaban al pueblo a vivir en santitad.
Practicaban una religión de ritos, de tradiciones, una religión hueca, vacía, sin sentido. Se olvidaron del amor a Dios, del amor al prójimo.

Israel siguiá la idolatría, se olvidaron que Dios los había librado del cautiverio babilónico, que los sacó y los llevó a Jesusalún. Se comportaron como una ramera y volvieron a dar la espalda al Dios viviente que los había librado de sus enemigos.

Por eso cayeron en manos de los romanos antes del nacimiento de Cristo. El templo fue destruido, el Senedrín fue asesinado e Israel cayó bajo el dominio de los romanos.

En ese tiempo de angustia, de dolor, de dominio de un pueblo extraño, de un pueblo pervertido, de un pueblo idólatra, de un pueblo que era terrible contra los enemigos se encontraba Jesusalén cuando Cristo vino a este mundo.

La llegada del Buen Pastor había sido anunciada. Dios mismo dijo que vendría a la tierra para reunir a sus ovejas. Pero cuando Jesús vino fue rechazado por ellos. No sólo lo rechazaron sino que lo mataron como habían hechos con todos los profetas que les fueron enviados.

Pero el amor de Cristo hacia su pueblo es inmenso.

Y yo mismo recogeré al remanente de mis ovejas de todas las tierra adnde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerá y se multiplicarán.

Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temetrán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.

Jeremías 23:3-4

El pueblo Judío sufrió las consecuencias, pues luego de la muerte de Cristo, Jeusalén fue destruido en el año 70 d.c por el emperador romano Tito. Los judíos en su mayoría fueron asesinados y el resto fue llevado como esclavos. Desde el año 70 hasta el 1948 Israel no fue una nación, estaban esparcidos por el mundo como había sido establecido proféticamente de nuevo.

Transcurrieron 4000 años desde el nacimiento de la nación judía, pues, Abram nació en el año 1948 después de Adán de acuerdo al calendario bíblico.

Lo triste de la historia es que hoy Dios los está recogiendo del mundo y ellos no saben su destino realmente. No serán reunidos para vivir en paz, han sido reunidos porque ellos han de recibir al falso Mesías, al que viene en su propio nombre. Será horrible, el cautiverio de Egipto no fue nada, ni el cautiverio babilónico, ni el cautiverio romano, ni el holocausto alemán comparado con el cautiverio bajo la bota del anticristo en el periodo de la Gran Tribulación.

Jesús vino a su pueblo, vino a salvarlos, a reunirlos, a cumplir las promesas hechas a David y a los demás patriarca. Jesús vino a hacer del pueblo judío uno santo, pero ellos escogieron al homicida, escogieron el camino de las tinieblas, el camino equivocado, escogieron a Barrabás.

Jesús vino a los suyos y los suyos no le recibieron. Los judíos fueron invitados a la Boda del Cordero, pero no quisieron acompañrale, entonces sus corazones fueron endurecidos para que otro pueblo, que no era el llamado, recibiera al Nazareno.

Entonces los gentiles entramos al rebaño. Entonces Cristo fundó su movimiento de salvación, escogió pastores para que enseñarán a su pueblo, para que enseñaran a Israel y a los gentiles, entonces nació la iglesia Universal del Señor.

Hay una analogía entre Israel y la Iglesia Universal de Cristo. Dios quizo hacer de Israel una nación que fuera luz para las demás naciones. Israel sería un pueblo bendecido por el Creador. Cristo sería el rey que los gobernaría y Jerusalén sería la capital de la tierra. Pero Israel lo echó todo a perder, tal como Adán, obedeció la voz de Satanás. Se corrompieron, no respetaron su constitución, aquella constitución dada a Moisés con sus diez leyes fundametales.

Israel se corrompió grandemente, era una teocracia pero luego prefirieron la monarquía. No había diferencia enttre el gobierno político y la religión, pues los reyes eran dirigidos por Dios a través de profetas. Ciertamente que los judíos perdieron la oportunidad de gobernar el mundo. Fueron imprudentes, insensatos, desleales. Se apartaron de las leyes de Dios y se corrompieron como las demás naciones del mundo.

Ya no había la posibilidad de una nación santa dirigida por un rey. Ni tampoco se podía confiar en una institución religiosa. Además las instituciones estaban corrompidas.

Dios desde el primcipio quería separar a los seres que le temían de los seres que se habían convertido en impíos, en seres que no temían a su Creador, que lo negaban, que lo blasfemaban.

Así que Jesús viene a cambiar todo lo que había sido establecido para Israel. La ley de Moisés no fue guardada por nadie, nadie cumplía con lo establecido, Israel ya había hecho pedazos el antiguo pacto. Es por eso que se establece un nuevo pacto, uno, no escrito en piedras, sino en el corazón de los seres humanos, un pacto sellado con la sangre del Cordero. Ahora el resto de la humanidad se haría participante de esta nueva esperanza, todos tendríamos la oportunidad de salvanos y de formar parte de esa nación santa que Dios deseaba establecer.

Israel rechaza a Cristo y el pueblo gentil acepta a Jesús como el Salvador y Redentor del mundo.Jesús, no organizó a una nación política como Israel, Jesús fundó una Iglesia Universal en la cual reuniría a los seres humanos obedientes, que vivían en santidad, a seres obediente. Ya no será un reino de este mundo, sería un reino distinto, uno en el cual los seres humanos estuvieran dirigidos por el Espíritu Santo, un reino cuya misión era luchar contra las fuerzas del mal para rescatar a las ovejas perdidas.

Jesús ahora escogería a sus guerreros de la fe en todo el mundo para que predicaran un evangelio de poder, de cambio, de transformación.

Así Dios permitió que los gentiles fueran esgidos para predicar el nuevo mensaje, el nuevo pacto. Durante estos dos mil años es la iglesia de Cristo la que ha sido encomendada para pelear la buena batalla de la fe.

Una vez se cumpla la plenitud de los gentiles y la iglesia sea levantada al cielo, entonces Dios le dará la última oportunidad a los jufíos de salvación. Cuando esto finalice ya no habrá dos pueblos, ni dos rebaños, sino que habrá un solo rebaño y un solo Pastor.

Los malos, los desobedientes, los que no han creído al mensaje de la fe, serán condenados, Satanás será destruido para siempre y seremod regresados a una nueva tierra y a un nuevo cielo para habitar por siempre.

Satanás está haciendo todo lo posible por destruir a la Iglesia de Cristo, muchos serán egañados, corrompidos, muchos cambiarán la verdad de Dios por la mentira del diablo. Muchos predicarán un evangelio adulterado, contaminado con la levadura de los fariseos. Muchos se alejarán de las doctrinas de los apóstoles y enseñarán mentiras, Entonces Jesús hará lo mismo que hizo con Israel. Comensará a tocar la puerta de las ovejas. Vendrá a rescatar a las ovejas perdidas, a darle una oportunidad de regreso.

Es triste ver que los hermanos se apartan y nadie hace nada por ir a rescatarlos. Si pagan buenos diezmos y dan buenas ofrendas son visitados, si no, mejor que no estén en la iglesia. Eso está pasando, esperan que las ovejas vengan a la iglesia pero no van a buscarlas.

Jesús vendrá y tomará a los buenos pastores que todavía no se han corrompido, esos pastores entregados a Dios, que no pastorean por un puñado de monedas de plata.

Jesús vendrá a reunir a su iglesia para llevarla ante la presencia de su Padre.

En el añ 70 D.C. el ejército romano, al mando del emperador Tito, entró a Jerusalén, la destruyó, destruyó al templo y más de un millón de judíos fue asesinado, otros 800,000 aproximdamente fueron llevados en cautiverio. La nación judía fue eliminada del mapa. El resto de la población quedó esparcida por todas partes. Es curioso pero había pasado 42 años. Este número en meses es 3.5 años, el mismo tiempo que duró el ministerio de Jesús y el mismo tiempo que durará el reinado del anticristo a finales de los tiempos.

Desde ese momento los judíos comenzaron a sufrir las consecuencias del rechazo de Cristo. Pasará 1878 años sin un hogar fijo. Sin embargo, ya habían varios profetas que habían afirmado que serían reunidos de todos los rincones del mundo, y así está sucediendo. Millones de judíos han regresdo a Israel luego de que las Naciones Unidas le reconocieran el territorio en 1948. En un "día te haré nación" fue profetizado. Los judíos habían salido del más terrible holocausto de la historia. El demonio de Hitler enloqueció a Alemania para que los persiguiera y los matara, Hitler trató de eliminar a todos los judíos, pero había una profecía que decía que Dios los iba a multiplicar. Es increíble que hoy exista un Israel después de tantas persecuciones. Israel es la pueba más grande de que existe un Dios y que las Sagradas Escrituras sean verdaderas.Es sorprendente como todo está relacionado.
Había pasado 1878 años desde que ellos fueron esparcidos por la tierra nuevamente. Ese año corresponde al mismo año en que nació Taré, padre de Abram. Lo mismo que sucede con el 1948, pues fue en ese año, como dije anteriormente, que nació el Padre de la Nación judía. ¿Casualidades?¡No!, cumplimiento profético. No hay casualidades en Dios, la Biblia es su palabra y el Señor todo lo sabe.

Así que durante estos dos mil años Dios ha estado tratando con la iglesia. No ha intervenido con Israel directamente. Dios tiene un pueblo gentil, uno que le obedece, uno que le ama, Dios tiene una iglesia que cumple sus mandatos, que predica el evangelio, que va por toda la tierra sembrando la semilla del bien, rescantando las ovejas. Este es el momento para los gentiles, para todas las naciones del mundo para que acepten a Cristo como su libertador. Hoy Dios quiere que los gentiles vengan a sus pies, que se alejen del mal camino, de la falsa religión, de la idolatría. Tan pronto Cristo regrese a la tierra el tiempo de los gentiles habrá llegado a su plenitud, enonces Dios volverá a Israel, llegará el momento de reestablecer la relación entre Dios y el remanente de los judíos.

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Romanos 11:25

Ahora vivimos en esos tiempos de la plenitud de los gentiles, es el último momento para el resto de la humanidad, no hay más oportunidades para los gentiles, quienes predican una oportunidad durante el reino de anticristo no saben de que están hablando, no hay posibilidad alguna para un gentil en la Gran Tribulación de ser salvo. Tanto pronto Cristo levante la iglesia, tan pronto se cierre la puerta del redil, ya será tarde.

La palabra de Dios es firme al declar que en este periodo los seres humanos no se arrepentirán de sus pecados sino que maldecirán y blasfemarán el nombre de Dios.

Israel tiene una oportunidad y ellos pagarán con su muerte el rechazo de Jesús.

Es lamentable que muchos llamados cristianos hayan errado el camino de la verdad y prediquen cosas que no tienen base bíblica alguna. La iglesia cristiana vive como vivían los judíos, cada cual hace lo que le da la real gana. Ya no predican el regreso de Cristo muchas de ellas, ni el castigo eterno, ni la Gran Tribulación, predican un evangelio contaminado, lleno de falsas doctrinas, se pasan hablando de temas que nada ayudan al pecador a comprender su situación.

La iglesia debe ser firme hoy más que nunca. Satanás todos los día trata de meter fuego extraño en el altar, trata de meter a empresarios que sólo les importa el dinero, no la salvación del pecador. Cada día se parecen más al mundo, no hay diferencias, las iglesias, muchas de ellas, se han convertido en centros comerciales. Dios nos dice en su palabra que no podemos servir a dos señores, pero estos falsante afirman lo contrario, debemos aspirar a las riquezas del mundo porque nuestro Padre es dueño de ellas y un buen padre quiere lo mejor para sus hijos.

Ese mensaje que suena bonito es un mensaje que viene de Satanás y no de Dios. Hoy hay muchas iglesias que han contristado al Espíritu Santo y están vacías, pero Satanás en su astucia les hace danzar en la carne, gritar, reir, aplaudir para hacer creer que el Espíritu de Dios se mueve en medio de ellos. Falso, Dios no está en donde no se obedece su palabra.

Estamos en la resta final. Ya las profecías están cumplidas. Todo cuanto dijo Jesús se está cumpliendo. Vivimos el último momento de tentación, Satanás le ha ofrecido a la iglesia reinos, poder, riquezas, abundancias, bendiciones ecónómicas, muchas iglesias han abandonado el evangelio apostólico y predican filosofías humanas.

Pero hay una Iglesia Universal esparcida por el planeta que no ha claudicado, que se mantiene fiel, que predica la palabra de verdad, que predica el evangelio eterno, el mismo evangelio que predicó Cristo, el mismo evangelio que predicaron los apóstoles.

Esa Iglesia dirigida por el Espíritu Santo sabe que estamos cerca del fin, sabe que ya los ángeles han ensayado el toque de las trompetas, saben que Jesús ya ha escogido el manto de nubes que le traerá de retorno a la tierra con poder y gloria, esa iglesia trabaja sin cesar buscando a las ovejas que se han apartado, para regresarlas sanas y slvas al rebaño.

Esa Iglesia observa al cielo esperando la señal de su regreso. Esperando ver el resplandor de la Estrella que anunciará su pronta venida.

Entonces uno de los ancianos habló, diciendome:Estos que están vestidos de ropa blanca, ¿ Quiénes son , y de dónde han venido?

Yo le dije:Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han han salido de la Gran Tribulacián, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Apocalipsis 7: 13-14

Esta multitud es la Iglesia Universal de Cristo comprada con la sangre de Jesucristo. Es la iglesia que fue levantada antes del inicio de la Gran Tribulación. Son los que recibieron a Jesús en su retorno a la tierra.

La Iglesia de Cristo no pasará por la Gran Tribulación, la iglesia vivirá los principios de dolores, estos dolores que ahora se experimentan por todo el planeta.


La iglesia no estará bajo la bota del anticristo, Jesús vendrá antes a buscarla.

No podemos confundir esta multitud con la multitud que vio Juan al final del reinado de la bestia. Son dos multitudes distintas. Estas es la iglesia, la otra es el remanente de Israel que fue muerto al negarse a adorar a la bestia y que Dios los resucitó para reinar con Cristo durante el milenio.

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, los que recibieron la facultad de juzgar, y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes, ni en us manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

Apocalipsis 20:4-5

Esta multitud es distinta a la anterior vista por Juan. Esta multitud vivió bajo el dominio de la bestia. Fueron todos aquellos judíos que se negaron a adorar a la bestia, que fueron decapitados. Aquí está claro, será el remanente judío quien reinará durante el milenio con Jesús, la iglesia no estará en este momento, la iglesia estará en el Paraíso hasta que concluya el juicio final. Luego, este remanente, más la iglesia bajarán con Cristo a la nueva tierra para vivir por toda la eternidad.

Algunos predican que es la iglesia la que vivirá en el milenio con Jesús, otros afirman que estamos en el milenio, pero eso no es lo que dice la Palabra de Dios.

La primera multitud fue salvada por la sangre derramada por Cristo, son los gentiles y los judíos que creyeron en el Mesías, estos de la Gran Tribulción muerren porque aceptaron a Jesús, su testimonio, su palabra y el anticristo los mata. Se cumplió en ellos la profecía bíblica. Los judíos dijeron cuando acusaron a Jesús que su sangre cayera sobre ellos y sus hijos.

Es sencillo todo creyente en Cristo es labado con la sangre que éste derramó en la cruz. Los gentiles, todos los creyentes en Cristo son salvos por su sacrificio y serán levantados antes del comienzo del reino del terror, de la dictadura de Satanás sobre los moradores de la tierra. Cristo levantará a su iglesia.

Cuando esto courra el pueblo judío comprenderá su error, pero ya es tarde para ser arrebatados al cielo por Cristo. Durante tres años y medio este pueblo recibirá el mensaje de los dos olivos, pero Satanás los cegará y tratará de matarlos como hicieron sus antecedores con todos los profetas y con Cristo. Pero no podrán contra ellos prque tienen poder.
Al finalizar ese periodo profético, Dios le permitirá a Satanás establecer su reino. Entonces este rey logrará matar a los dos olivos, suceso que hace que Israel lo acepte como el verdadero Mesías. Durante unos días este malvado reina con poder sobre Israel, mientras los cuerpos de los dos olivos es exhibido en la plaza de Jerusalén para todo el mundo. A los tres días y medio Dios los resucitará y el engaño del anticristo será descubierto, entonces Israel se negará a su dominio y le hace la guerra. La bestia reúnes a su ejército, todas las fuerzas de este criminal se encaminan hacia el valle de Meguido, los ejército de China, Irán y otras naciones árabes cruzan el territorio de Iraq, se secan las aguas del Eufrates y se dirigen a destruir a Israel. Dios interviene y los destruye en la llamada guerra del Armagedón.

Algunos predican que la iglesia viene a pelear contra la bestia. Eso no se de dónde lo scaron. Jesús regañó a Pedro por haber sacado una espada y cortarle la oreja a Malco cuando fueron a arrestar a mi Señor, Le dijo que no era con ejércitos ni espada, Jesús siempre les predicó el amor hacia los enemigos. ¿Cómo ahora la iglesia se va a involucrar en una guerra,¡No!, Dios tomará la parte que le corresponde como el único juez justo. Dios tiene a su ejército celestial para derrotar a la bestia y a sus aliados. Quien peleará esta guerra del Armagedón y la guerra final de Gog y Magog es el mismo Dios. La iglesia no estará en la tierra , bajará para poblar la tierra nueva, no ésta.

Los tiempos están definidos y los sucesos que han de acontecer también. La iglesia espera con paciencia. Espera ese gran día de redención, de libertad, espera el día en que ha de recibir su vestidura blanca, su corona de oro, su nombre secreto. Espera ese día de la Boda del Cordero, día en que se reunirá un solo pueblo con su Buen Pastor. El Buen Pastor que siempre estuvo guardándola de las garras del león rugiente. El Señor :"no tarda su venida", sólo es paciente, esperando que las últimas ovejas entren al rebaño. Cristo espera la oveja 100, entonces las puertas se cerarán como en el día del diluvio se cerraron y ya nadie más podrá entrar.

Hoy es tu oportunidad, no hay tiempo para esperar, no hay un mañana seguro, millones han muerto en un segundo bajo las furias de las aguas, de un terremoto, un ataque terrorista, la muerte está tan cerca y segura como la segunda venida del Señor. No puedes mirar a Dios a através de la religión, sino a través de Cristo.

Jesús es el camino, nadie más pagó el precio de rescate, Cristo fue el único crucificado en una cruz, Jesús fue el ser perfecto, el Cordero de Dios. Si lo rechazas estarás rechazando al único que te puede salvar y garantizar la vida eterna.

Reflexiona, medita, no importa tu condición, no importa si eres pobre, rico, sacerdote o borracho, lesbiana u homosexual, asesino, terroista, en fin, puedes sentirte como lo peor del mundo, Jesús no mirará tu condición sino que te recibirá con el mismo amor, con la misma sonrisa, con la misma misericordia y piedad con la que recibió a la ramera, a la adúltera, a Zaqueo, a los leprosos, a los endemoniados. Jesús es amor y quiere que te salves no que te pierda.

Rompe con la cadena del falso orgullo, no hay nada más valioso para un ser humano que su vida eterna, este vida es corta, temporal, momentánea, esta vida se acaba en cualquier instante del día o en el silencio de la noche, pero la vida no acaba con la muerte.

De que vales que tenga fama, dinero, bienes materiales.¿Qué te llevarás en el momento en que se apaguen las luces de tus ojos?¿Cuánto te llevarás en el momento en que la "pelona" entre a tu alcoba y te diga: vengo a buscarte?¿De qué te servirá lo que posees, lo que tienes, tus propiedades, joyas, autos?
Todo eso se queda, mas tu espíritu va a Dios hasta el día del juicio final. Te aseguro que no escaparás. Sólo tienes una opción: aceptas a Cristo como Salvador y recibirás la vida eterna junto a él, o lo rechaza y eres condenado al infierno por todos los siglos de la eternida.

Nadie puede decidir por ti, nadie puede hacer nada por ti después de muerto, no hay viajes intermedios, ni paradas celestiales, ni Purgatorio, ni limbo, no hay muerto alguno que te pueda ayudar. No hay vela que que ilumine tu camino después de muerto, sólo a luz de Cristo te ha de llevar al Padre Celestial.

Ahora ve a tu cuarto, en silencio, tú y mi Señor. Pídele de corazón al Señor que te enseñe la verdad, que escoja el camino por el cual quieres comenzar de nuevo a caminar. Pídele perdón por todas tus fallas y pecados, él lo sabe todo. Verás que cuando te levantes las cosas jamás serán iguales, la carga del pecado será quitada y nacerá en tu vida el sol de justicia.

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