jueves, 2 de abril de 2009

El Enigma de los Tesoros Malditos

Cuando el capitán William Kidd fue ahorcado en Londres el 23 de mayo de 1701 dejó algo más que una herencia de muerte; dejó la ilusión por encontrar su tesoro perdido. A partir de entonces muchos soñadores recorren el planeta en busca de estos pecios, protegidos a veces por insondables maldiciones.

Kidd representa el estereotipo del pirata, sanguinario y poseedor del secreto de un inmenso tesoro oculto en algún lugar del planeta. Una serie de novelistas se inspiraron en sus hazañas, como James Fenimore Cooper, Edgar Allan Poe y Robert Louis Stevenson con La isla del tesoro, novela que contiene todos los ingredientes para un buen relato de piratas: un mapa ininteligible, una isla misteriosa, conspiraciones, mutilaciones, asesinatos y mucho oro enterrado.

Lo bueno es que la mayoría de estos ingredientes adornaron la vida de William Kidd. En un intento desesperado por salvar su vida, escribió al portavoz de la Cámara de los Comunes del Parlamento inglés prometiéndole revelar la situación de una parte de sus riquezas, por valor de cien mil libras, a cambio de que no le ejecutaran. No aceptaron la “generosa oferta” de Kidd y el pirata tuvo que afrontar su suerte en el patíbulo. Algunos creyeron que esa carta no era más que un farol, pero otros pensaron que no exageraba y que su tesoro –o tesoros– estaban escondidos en varias
partes del mundo.

La leyenda de Kidd se propagó tras su muerte y fueron muchos los aventureros y cazatesoros que se embarcaron con la idea de encontrar estos escondites. Tan
sólo después de 200 años, en 1929, apareció la primera prueba de que no era un farol. Hubert Palmer, abogado jubilado inglés, compró un escritorio de roble del siglo XVII con la siguiente inscripción: “Capitán William Kidd. Galera Adventure, 1699”.

Hacía referencia al nombre del pirata y al barco en el que hizo sus tropelías por diversos océanos, el Adventure. Palmer buscó compartimentos secretos y encontró uno que contenía un estrecho tubo de latón con un mapa de pergamino enrollado. En él aparecía una isla rodeada por el mar de la China, con las iniciales “WK” y la fecha 1699, con una caligrafía que coincidía con escritos de Kidd.

El hallazgo fue el punto de partida de una serie de expediciones a varias regiones de la costa oriental americana, del océano Indico y del mar de Japón en busca del
fabuloso tesoro de Kidd.

Todo esto ha generado una gran cantidad de peripecias rocambolescas, de traiciones, asesinatos y bancarrotas a la par que una serie de lugares en los que se ha creído a pies juntillas que allí estaba enterrado el tesoro de éste u otros piratas. Daba igual; lo importante era hacerse rico a costa de Kidd, Morgan, Drake o del que fuese y eso a pesar de las maldiciones y las numerosas muertes que planeaban sobre los tesoros, teñidos de sangre desde su origen. Lugares para llevarse pico y pala Se emprendió la búsqueda frenética en los sitios más extraños y peregrinos que uno se pueda imaginar.

Cualquier indicio, rumor o trozo de mapa era más que suficiente para ir allende los mares en busca del gran tesoro, sin que hasta el momento se haya podido localizar. Ahí sigue esperando a que alguien con más suerte, con más medios técnicos y económicos o, simplemente, más avispado logre encontrar primero la isla del tesoro y luego el lugar exacto donde hay que excavar. Existen diferentes lugares que se han barajado en torno al mítico tesoro de Kidd. Si tienen la idea de hacerse con él, tomen nota, pues no los repetiré dos veces.

Oak Island –o isla del Roble–, en las costas de Nueva Escocia, Canadá, buscado desde 1804 sin éxito.

La isla de Yokoate, que forma parte de un archipiélago que se extiende desde el sur del Japón hasta Taiwán.

La isla de Gardiner, frente a las costas de Nueva York. La isla de Coco, en el Pacífico, al sudoeste de Costa Rica.

La isla chilena de Robinson Crusoe, en el archipiélago de Juan Fernández.

La isla Clipperton –o isla de la Pasión–, en el Pacífico, al suroeste de las costas mexicanas.

En alguno de estos seis lugares debe seguir el tesoro –o tesoros– riéndose de todos los incautos que se han acercado por sus lindes sin las adecuadas protecciones físicas y psíquicas, pues por algo dice la leyenda que ese dinero está maldito. En febrero de 2000 una expedición norteamericana, dirigida por el arqueólogo Barry Clifford, halló los restos hundidos del barco de Kidd, el Adventure, objeto de deseo de los buscadores de tesoros, cerca de la costa de Madagascar. Pero ahí tampoco estaba el tesoro...

Tesoros piratas ¿Dónde iban a parar los suculentos sacos de doblones rapiñados por piratas de la talla de Francis Drake, Morgan, Kidd, Barbanegra y compañía? La mayor parte pasaba a engrosar las arcas de los reyes de Francia e Inglaterra; el resto era alegremente gastado en ron o enterrado en alguna isla desierta del Pacífico o del Atlántico –como la isla de la Tortuga– para apartarlo de la codicia de otros corsarios en espera del momento para recobrarlo.

Pero casi nunca sucedía porque morían en refriegas o ejecutados como hemos visto con Kidd. Ello alimentó la leyenda de que existían ciertos lugares recónditos cuyo suelo escondía la llave de la fortuna. ¿Y si todo no fueran leyendas? La memoria y un roído mapa era lo único que serviría para encontrar algún día el botín si antes localizaban las señales de la escurridiza “X” del lugar de enterramiento. Dos ínsulas en concreto fueron el objetivo primordial, no de uno sino de varios piratas y bucaneros para enterrar sus respectivos tesoros, con o sin su mapa correspondiente. Una de ellas es la mencionada isla de Coco, de 24 km2, perdida en el océano Pacífico, a 300 km de Costa Rica, donde habría al menos cuatro tesoros escondidos.

Saber: 1.- El del capitán inglés Edward Davis, que amasó una fortuna saqueando ciudades costeras desde México a Ecuador. Llegó a la isla en 1685 en el Bachelor’s Delight y depositó su mercancía.

2.-El de Bennett Graham, que en 1818 se apoderó de un cargamento de oro procedente de Acapulco. Hasta allí dirigió su nave y se perdió su pista.

3.- El de Benito Bonito, un portugués que se apodaba “espada sangrienta”. Con su nave Ligning arribó a esta isla en 1820 y dejó su fortuna bajo tierra o en alguna cueva.

4.- El fabuloso tesoro de Lima, un inmenso botín amasado por las autoridades civiles y religiosas españolas en los tres siglos de ocupación del Perú que entregaron insensatamente en 1825 al marino escocés William Thompson para que lo guardara, a cambio de un porcentaje tras rendirse la ciudad a las tropas de Bolívar.

Cuando Thompson levó anclas del puerto de El Callao a bordo del Mary Dear no tenía ninguna intención de cumplir con lo estipulado y puso rumbo a la isla de Coco, donde lo enterró en lugar secreto.

Ninguno de los piratas citados pudo disfrutar de los tesoros que escondieron en el remoto lugar, por eso es probable que sigan allí, intactos.

Desde entonceshan sido buscados con tesón por diversos cazafortunas, pero nunca han aparecido… El tesoro de la isla de Robinson Crusoe Situada a casi 700 km al oeste de Valparaíso, la isla Robinson Crusoe forma parte del archipiélago Juan Fernández y fue también refugio no sólo del marino escocés Alexander Selkirk donde vivió abandonado entre los años 1704 y 1709 –que luego sirvió de base para inspirar al personaje literario de Daniel Defoe– sino también de corsarios que cruzaron el Pacífico.

Según la leyenda, el navegante español Juan Esteban Ubilla y Echeverría, perteneciente a la Orden de Santiago, ocultó en esta pequeña isla un cuantioso
tesoro. Desde entonces se le ha buscado por todas las grutas de la isla. Uno de los intentos es el que llevó a cabo el cazatesoros norteamericano Bernard Keiser en una cueva de la bahía de Puerto Inglés.

Ubilla y Echeverría, general de la flota que permanecía en Veracruz (México), fue quien trajo el pecio hasta la isla Robinson Crusoe –también llamada Mas A Tierra– en 1714 porque en esos tiempos se libraba la guerra de sucesión española y no quería que cayese en manos de los Borbones franceses.

En 1761 el capitán inglés Cornelius Webb, al mando de la nave Unicorn, es comisionado por lord George Anson para rescatar el tesoro de Ubilla. En esta expedición, Webb sólo logró desenterrarlo porque, cuando pretendía regresar a Inglaterra, le sorprendió una tormenta que quebró el mástil debiendo regresar a la isla de Robinson donde nuevamente ocultó el fabuloso cargamento sin que se sepa dónde ni en cuántos sitios.

En septiembre de 2005 miembros de una expedición chilena dijeron haber hallado con total seguridad el legendario tesoro de joyas y monedas de oro oculto en la isla desde el siglo XVIII. De confirmarse, sería el más grande de toda la historia. Los integrantes de la empresa Wagner Tecnologías, apoyados por un robot explorador –“TX Araña”–, bautizado popularmente como “Arturito”, localizaron la ubicación del botín escondido en tres lugares de la Robinson Crusoe. Nada menos que tres: uno de 800 toneladas y dos de entre 30 y 50 toneladas cada uno, evaluados en 10.000 millones de dólares, casi el 25% de la deuda externa de Chile.

Según la leyenda,uno de ellos habría sido robado al Imperio Inca por los españoles y adquirido posteriormente por corsarios ingleses, que luego lo enterraron en alguna de las cuevas de la isla hace casi 300 años.

Otros investigadores –como Bernard Keiser– creen que se trata de riquezas de un tributo azteca, traídas desde México hasta la isla por el español Juan Esteban Ubilla y Echeverría, en 1714. Me imagino que los miembros de esa empresa estarán al tanto de que el tesoro tiene asociada una leyenda maldita que habla de las calamidades y desgracias que les ocurren a aquellos que estuvieron en contacto con el botín y los que osan buscarlo.

La lista de damnificados es larga. Por de pronto, ya han empezado las agrias disputas entre el gobierno chileno, el alcalde de la isla y la empresa Wagner para ver cómo se reparten el dichoso tesoro.

Tesoros actuales en busca de dueño A las diferentes “islas del tesoro” que tanto pululan por leyendas y mapas extraviados, habría que añadir otras riquezas que aún están a la espera de un futuro dueño. Hay botines enterrados por ladrones como Jesse James y Ma Barker que nunca fueron recobrados porque fueron asesinados o ejecutados antes de poder hacerlo. Hay minas de oro cuyos propietarios murieron sin revelar dónde se encontraban.

Hay cofres de piratas escondidos de costa a costa fruto de su codicia que sólo han podido disfrutar desde el más allá. Hay tesoros legendarios que se han convertido en sueños clásicos para historiadores y arqueólogos. Casi todos ellos tienen un largo historial de muertes que les han dado una aureola de malditos. Entre ellos cabe recordar el del emperador Moctezuma II, el tesoro inca de Atahualpa, los millones del emperador Maximiliano, la bañera de oro de los Montes Negros de Dakota del Sur, la montaña del tesoro en Colorado, el oro del general Yamashita, el tesoro cátaro, el tesoro templario, el de Rennes-le-Château y cien más que no viene al caso citar, incluidos los 5.000 pecios que siguen ahí, debajo de las aguas marinas, repletos de galeones, ánforas, monedas, espadas, sarcófagos y mil objetos más que algún día, en el momento preciso, saldrán a la luz.

Otros tesoros no consisten en joyas ni oro y son tan valiosos o más que los cofres escondidos por filibusteros sin escrúpulos. Me refiero, entre otros, a la biblioteca del zar Iván III o al salón ámbar de San Petersburgo. Dice el refrán: “El oro y
los amores son imposibles de encubrir”, y es cuestión de tiempo que aparezcan… Tesoro de Moctezuma Viejas crónicas de indias dicen que en 1520 el emperador Moctezuma envió una carreta –sí, conocían la rueda– al norte del imperio con
objetos de oro, plata y joyas para que fueran resguardados mientras los hombres de Hernán Cortés no se fueran de sus tierras.

La caravana recorrió 275 leguas hacia el norte de Tenochtitlán, luego se dirigió al oeste entre altas montañas y al final el oro fue escondido en una caverna de un gran cañón, al parecer en un lugar de la Sierra Madre. Otras teorías dicen que llegaron más al norte porque algunos indios pueblo llaman a sus viviendas en las montañas “castillos de Mocte-zuma”.

Las dos ubicaciones que se han dado para buscar el tesoro del emperador azteca en Norteamérica es en Taos, al norte de Nuevo México y Kanab, en Utah, en una cueva de la Montaña Blanca. Recientes descubrimientos ubican el mítico pecio más cerca de lo que creían. En agosto de 1976 un enorme tesoro consistente en finas barras de oro y joyas de un valor incalculable fue recogido del fondo marino, de manera fortuita, por un buceador que buscaba pulpos cerca de la isla de Sacrificios, en la bahía de Veracruz.

Por otra parte, en marzo de 1981 el presidente de México convocó una reunión para anunciar pública y oficialmente el hallazgo de una parte del tesoro de Moctezuma. López Portillo lo expresó así: “Es un tejo de oro que apareció al excavar los cimientos del Banco de México, con las características a las que después se referirá don Gastón García Cantú, y que es un testimonio histórico de primera magnitud”.

Desde entonces, silencio oficial… El tesoro del Inca Sería mejor hablar de dos
tesoros: el procedente de diversas partes de Tahuantin suyo para llenar de oro la habitación de Cajamarca y liberar así a Atahualpa –que nunca llegó a su destino tras conocerse la muerte de su monarca en 1533 y las toneladas de oro en forma de estatuas, pectorales, discos solares y otros objetos que fueron escondidos por los incas bajo el Coricancha para protegerlo de los conquistadores españoles.

En 1615 se publica Nueva Crónica y Buen Gobierno del cronista Felipe Guamán Poma de Ayala donde se habla de una chingana –en quechua, “laberinto”– para referirse a un agujero debajo de la tierra que llega hasta el convento de Santo Domingo en Cuzco, donde estaba el Coricancha o Templo del Sol.

En 1624 tres españoles, Francisco Rueda, Juan Hinojosa y Antonio Orvé, buscan la entrada de la chingana por Sacsayhuaman. Nunca regresaron. En el siglo XVIII dos estudiantes repitieron suerte y uno de ellos emergió a la superficie junto al altar mayor de la iglesia de Santo Domingo totalmente deshidratado, con signos de demencia y con una mazorca –choclo– de oro macizo en sus manos. El estudiante murió a las pocas horas balbuceando: “Hay mucho oro”. Con estos antecedentes no es de extrañar que se diera crédito a las leyendas.

La última investigación que se ha realizado empezó en octubre de 2000 a cargo de la empresa Bohic Ruz Explorer, con un grupo de especialistas peruanos, chilenos y españoles. Entre otros descubrimientos, realizados con la ayuda de un sistema de radar de última generación tecnológica denominado GPR, que permite detectar estructuras artificiales en el subsuelo sin necesidad de excavar, averiguaron que el túnel bajo el altar mayor del convento de Santo Domingo se comunica en línea recta con importantes enclaves incas como Marcahuasi –convento de Santa Catalina– o el templo del Inca Huiracocha –la catedral–.

Después de tres años de trabajos, en septiembre de 2003, el director general de Bohic Ruz, Anselm Pi Rambla, fue obligado a cerrar las excavaciones que quedaron inconclusas.

No pudo demostrar que entre la fortaleza de Sacsayhuaman y el Coricancha existía un túnel de 2 km. Según una leyenda, los incas escondieron en galerías secretas los tesoros de sus templos para evitar su saqueo. ¿Estaría ahí todo el tesoro de Atahualpa? No es probable.

En Ecuador hay muchos lugares que se disputan el honor de poseer parte del tesoro que nunca llegó a Cajamarca. El más aceptado está en los montes Llanganates, al sur de Quito, lugar inhóspito con fuertes vientos y lluvias. Últimamente, el cráter del volcán Pasochoa aparece como guardián del “botín de oro inca”.

Los viejos del lugar aseguran que muchas de las personas que fueron con la idea de hallar el tesoro fallecieron en el intento. Dicen que es la “maldición de Rumiñahui”, el hermano de Ata-hualpa, que escondió el resto del oro. Los pobladores del desierto de Atacama, en la provincia chilena de Antofagasta, ubican el tesoro del Inca en una laguna que estaría en la cumbre del cerro Quimal.

Se sabe que la caravana que llevaba los tributos en dirección al Cuzco, fue informada de que el Inca Atahualpa había fallecido en 1533. Los indios portaban 14,5 arrobas de oro, que era el tributo, y sin saber qué hacer con el tesoro, habrían depositado la valiosa carga en el fondo de la laguna. Algunos habitantes del lugar han logrado extraer objetos de oro, comprobando que dan mala suerte. La eterna canción…

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martes, 31 de marzo de 2009

Gramarica

























¿Qué es la gramática?


Es la rama de la lingüística que tiene por objeto el estudio de la forma y composición de las palabras (morfofonología), así como de su interrelación dentro de la oración o de la frase (sintaxis). El estudio de la gramática muestra el funcionamiento de las palabras en una lengua.


Distintos Tipos de Gramática

Entre los principales tipos de gramática o enfoques en el estudio de la gramática se encuentran:

La gramática prescriptiva, o gramática normativa es la que presenta autoritariamente normas de uso para un lenguaje específico, tendiendo a despreciar las construcciones no estandarizadas. La gramática tradicional es típicamente prescriptiva. Este tipo de gramática está basada usualmente en el dialecto de prestigio de una comunidad hablante, y condena a menudo ciertas construcciones que son comunes entre los grupos socioeconómicos bajos y que comienzan a usarse en grupos sociales más altos en función de emular el comportamiento de aquellos. Aunque la gramática prescriptiva aún suele utilizarse en pedagogía y en la enseñanza de lenguas extranjeras, ha perdido peso en la lingüística académica moderna, y actualmente describe solamente un subconjunto del uso de la lengua.

La gramática descriptiva intenta describir el uso actual de una lengua, evitando juzgar en forma prescriptiva. Se vincula a una determinada comunidad hablante y pretende proveer reglas de uso para cualquier palabra considerada gramáticamente correcta en esa comunidad.

La gramática tradicional es la colección de ideas acerca de la gramática que las sociedades occidentales han heredado de Grecia y Roma. La gramática prescriptiva es formulada usualmente en términos de los conceptos descriptivos heredados de la gramática tradicional. La gramática descriptiva moderna apunta a corregir los errores de la gramática tradicional, y generaliza su normativa restrictiva para evitar circunscribir los lenguajes al modelo del latín.

La gramática funcional, es una visión general sobre la organización del lenguaje natural, formulada por Simon Dik, que contempla tres normas básicas de adecuación: la tipológica, que implica la aplicación de reglas a cualquier lengua, la pragmática, que promueve la aplicación de los enunciados a la interacción en la comunicación, y la psicológica, por la que trata de ser compatible con los mecanismos psicológicos involucrados en el procesamiento de un lenguaje natural.

La gramática generativa es un enfoque formal para el estudio sintáctico de las lenguas que puede en algunos sentidos generar las expresiones bien construidas de una lengua natural. Una rama de la teoría lingüística (psicolingüística) se basa en la gramática generativa, promovida por Noam Chomsky.

Las gramáticas formales aparecen en lingüística computacional. La sintaxis de cada lenguaje de programación se define de hecho por una gramática formal. En teoría de la informática y en matemática, la gramática formal define lenguajes formales. La Jerarquía de Chomsky describe varias clases importantes de gramática formal.

La primera vez que casi todo el mundo establece contacto con la gramática es en la escuela cuando estudia su propia lengua o al aprender otra, como segunda lengua. Se denomina normativa porque dice cuál es el funcionamiento de las diversas partes de la oración según la norma de cada idioma. Dictamina qué palabras son compatibles entre sí y qué oraciones están bien formadas, de manera que cualquier hablante a través de las reglas gramaticales perciba si emplea bien o mal esa lengua.

Es una forma de enfrentarse a la formación de las palabras, oraciones y frases de un determinado idioma. Ahora bien, existen otras formas de gramática que se interesan por los cambios: cuando se estudian los que ha habido en la formación de las palabras y de las oraciones a lo largo de la historia —por ejemplo, cómo era una determinada palabra o una construcción en el español antiguo o el de el siglo de oro — se aborda el estudio de la gramática histórica.

Otros enfoques plantean cuáles son las semejanzas y diferencias que existen entre varias lenguas y se realiza desde una perspectiva de la gramática comparada, que establece las relaciones que hay entre las lenguas al comparar su fonética y las equivalencias en el significado de las palabras; así al buscar formas análogas en las lenguas próximas las gramáticas pueden descubrir qué forma influye de una lengua en otra. Otra posibilidad es investigar cómo se emplean las palabras y qué tipos de oraciones son las adecuadas según sea el contexto social en que se empleen; ése es el objeto de la gramática funcional.

Desde otra perspectiva se describe cómo están organizadas las unidades mínimas con significado que forman las palabras (morfemas) y las que forman las oraciones (constituyentes). A tal enfoque se le denomina gramática descriptiva. Su estudio contiene las formas del idioma actual registradas por los hablantes nativos de una determinada lengua y representada por medio de símbolos escritos. La gramática descriptiva indica qué lenguas —e incluso aquéllas que nunca se han escrito ni registrado por ningún otro procedimiento— tienen una estructura parecida.

Todos estos enfoques de la gramática (normativa, histórica, comparativa, funcional y descriptiva) estudian la morfología y la sintaxis; sólo tratan los aspectos que poseen una estructura. Por lo que constituyen una parte de la lingüística que se distingue de la fonología (estudio de los fonemas) y de la semántica (estudio del significado). Así entendida es la parte organizativa de la lengua.

Se llama gramática generativa transformacional a la fundada por el investigador estadounidense Noam Chomsky. Se trata de un enfoque muy diferente, casi toda una teoría del lenguaje. Los generativistas entienden por lenguaje "el conocimiento que poseen los seres humanos que les permite adquirir cualquier lengua". Es una especie de gramática universal, un estudio analítico de los principios que subyacen en todas las gramáticas humanas.


Historia de la Gramática

Quienes iniciaron el estudio de la gramática fueron los griegos que lo hicieron desde una perspectiva filosófica y describieron la estructura de la lengua. Esta tradición pasó a los romanos que tradujeron los términos gramaticales, tanto de las partes de la oración como de los accidentes gramaticales; muchas denominaciones han llegado a nuestros días (como por ejemplo nominativo, singular, neutro). Pero ni los griegos ni los romanos supieron cómo estaban relacionadas las diversas lenguas. El problema se planteó con la gramática comparativa, que fue el enfoque dominante en la lingüística del siglo XIX.

Al parecer, las primeras investigaciones gramaticales del mundo moderno han ido emparejadas con el afán por descifrar las inscripciones y textos antiguos. De ahí que la gramática estuviera ligada a las sociedades que poseían una extensa tradición de textos escritos. La primera gramática que se conoce es la Panini para el sánscrito, una lengua de la India. En ella se mostraba cómo se formaban las palabras y qué parte de las mismas era la que llevaba el significado. Los trabajos de Panini y de otros estudiosos indios sirvieron para interpretar los libros sagrados de los hindúes que se escribieron en sánscrito.

Otro pueblo que prestó gran atención a su lengua fueron los árabes, que en la edad media introdujeron en Occidente todo el saber de los filósofos griegos, olvidados hasta que ellos llegaron. Realizaron la traducción de las obras de la antigüedad a su lengua, y en función de su expansión geográfica estuvieron en contacto con otros idiomas desde la cuenca mediterránea hasta Persia en el extremo oriental.

Gracias a la convivencia que tuvo lugar en la península Ibérica de las culturas árabe, hebrea y cristiana se desarrolla en Toledo la Escuela de Traductores, donde se copian y traducen importantes obras que así llegaron al conocimiento de Occidente. A lo largo del siglo X, los judíos completaron el inventario léxico del hebreo, conocido como el lexicón, término de origen griego, y asimismo llevaron a cabo lo que hoy se denominaría primer estudio filológico del Antiguo Testamento.

Al gramático griego Dionisio de Tracia se le debe el esfuerzo de elaborar su Arte de la Gramática, primera gramática de su lengua en términos modernos, difundida por los árabes y que ha servido de base a las gramáticas del griego, del latín y de otras lenguas europeas hasta bien entrado el renacimiento. Durante toda la edad media quienes en Europa se dedicaron al estudio conocían, además de sus propias lenguas y el latín, las de los pueblos vecinos con quienes estaban en contacto. Aprovechando esta circunstancia se plantearon de qué forma podía hacerse la comparación entre las lenguas. Con la llegada del renacimiento y su admiración por el mundo clásico se cae en la trampa de pensar que el ideal en los estudios gramaticales consiste en describir cualquier lengua conforme a la estructura que poseían el latín y el griego. Durante los siglos XVI y XVII, lo que se intentó fue determinar qué lengua era la más antigua, dado el conocimiento que de ellas se había adquirido durante la edad media y el renacimiento.

Como tuvieron en cuenta su tradición cristiana y por tanto la Biblia, en muchos casos se llegó a la conclusión de que se trataba del hebreo. También se eligieron otras lenguas por circunstancias ajenas a lo lingüístico: ése fue el caso del holandés en el entorno centroeuropeo y muy relacionado con la reforma protestante y la expansión comercial. Durante el siglo XVIII se inician las comparaciones entre las lenguas que culminan con la afirmación de que existe una única lengua, origen de cuantas se hablaban en Europa, Asia y Egipto —la que se llamará más tarde indoeuropeo— hecho que afirmó el filósofo alemán Gottfried Wilhelm Leibniz.

En el siglo XIX los estudiosos desarrollaron un análisis sistemático sobre determinados aspectos de las lenguas, realizados con el modelo que supuso el sánscrito. La guía para elaborar las gramáticas de muchos idiomas europeos, el egipcio y algunos asiáticos, fue la gramática de Panini. A estos estudios ya situados en la comparación de las lenguas relacionadas utilizando la obra de Panini como guía, se les denomina gramática indoeuropea, que es un método para comparar y relacionar las formas de la oración que poseen muchas lenguas.

No obstante, el enfoque renacentista que consiste en describir las lenguas bajo el modelo grecolatino, tardó en desaparecer. No se inició la descripción gramatical de las lenguas dentro de sus propios modelos hasta principios del siglo XX. Bajo esta nueva perspectiva hay que colocar el Manual de las lenguas indígenas americanas (1911) obra del antropólogo Franz Boas y sus colaboradores, así como los trabajos del danés Otto Jespersen, dentro ya de la escuela estructuralista y descriptiva, que publicó Filosofía de la Gramática (1924). La obra de Boas ha sido la base en la que se han inspirado muchas gramáticas descriptivas estadounidenses. La de Jespersen ha sido la precursora de otros enfoques de la teoría lingüística, como por ejemplo la gramática generativa transformacional.

Boas desafío la metodología tradicional de la gramática al estudiar otras lenguas no indoeuropeas y que no tenían testimonios escritos, como las lenguas indias de Estados Unidos). Creía que la capacidad humana que es el lenguaje, se organiza en la gramática de cada lengua concreta. Toda gramática descriptiva debería describir las relaciones que se establecen entre las palabras y las oraciones de una lengua, a partir del inventario del que disponen las personas en el lenguaje. Gracias al esfuerzo innovador del trabajo de Boas, la lingüística descriptiva se convirtió en la gramática dominante en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX.

Jespersen, lo mismo que Boas, pensaba que las lenguas había que estudiarlas a partir de las manifestaciones orales de sus hablantes y no de los documentos escritos, porque como ha demostrado Bühler en su Filosofía del lenguaje, la lengua hablada y la escrita representan distintos niveles del lenguaje. Buscaba Jespersen los elementos comunes a todas las lenguas y los clasificó en su teoría de los tres rangos, para encontrar la estructura en la que se organizan, tanto en su forma presente (el conocido por estudio sincrónico) como en su forma a través de la historia (conocido por estudio diacrónico).

El análisis descriptivo, representado en estos dos autores, desarrolla unos métodos precisos y científicos, además consigue describir las unidades formales mínimas de cualquier lengua. Como aísla esas unidades y encuentra la estructura que las relaciona, se conoce por gramática estructuralista. Fue concebida en primer lugar por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure, que distinguió entre la estructura general que poseen todos los idiomas, y que él denominó lengua con el término francés langue, y las realizaciones concretas de esa estructura que hacen todas las personas cuando hablan, a lo que denominó habla, parole en términos de Saussure.

La lengua es el sistema que sostiene cualquier idioma concreto, esto es lo que hablan y entienden los miembros de cualquier comunidad lingüística porque participan de la gramática de ese idioma. El habla es la realización concreta de la lengua, pero en sí misma no es lo que describe la gramática.

La gramática estructural concibe cada lengua particular, ya sea el chino, el francés, el español, el swahili o el árabe, como un sistema que tiene varios niveles, cada uno con sus elementos propios —fonemas, morfemas, sintagmas y semantemas, esto es, los elementos mínimos de la fonética, la morfología, la sintaxis y la semántica— y que se interrelacionan en esa gran estructura. Así pues describe y estudia las relaciones que existen en todos los niveles del habla en cada lengua concreta. Y ello esté o no escrito, hablado o grabado en una cinta magnetofónica.

A mitad del siglo XX, Chomsky, que había recibido una formación estructuralista en la escuela de Bloomfield, buscaba la forma de analizar la sintaxis del inglés dentro de los principios estructurales. Su esfuerzo le condujo a concebir la gramática como la teoría de la estructura y no como la descripción de unas oraciones concretas. La entiende como un mecanismo que produce una determinada estructura, que no es sólo de una lengua determinada, sino que pertenece a la competencia, es decir la capacidad que tienen las personas para emitir y entender las oraciones que forman parte de su lengua o de cualquier otra.

Su teoría de carácter universal, está relacionada con las de los estudiosos de los siglos XVIII y XIX, quienes estaban buscando la raíz lógica de la gramática, para que fuera la clave que analizara el pensamiento. A esa escuela perteneció el filósofo británico John Stuart Mill, que ya en 1867 creía que las reglas gramaticales de una lengua eran la forma que correspondía al modo en que estaba organizado el pensamiento humano universal.

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lunes, 30 de marzo de 2009

Descubren que el agua puede formar puentes

En determinadas condiciones la estructura puede medir 2,5 centímetros y resistir 45 minutos.

Una investigación realizada en Austria ha producido un fenómeno que nunca había sido observado: agua contenida en dos cubetas de laboratorio, separadas un milímetro la una de la otra, y sometida a cargas eléctricas positiva y negativa, se salió de dichas cubetas para unirse entre ellas formando un puente de hasta 2,5 centímetros de longitud durante 45 minutos. Los científicos creen que el campo eléctrico es el que genera cargas electroestáticas en la superficie del agua, provocando el efecto puente. Por Yaiza Martínez
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Un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Graz, en Austria, ha hecho un sorprendente descubrimiento: aplicando un alto voltaje a dos cubetas de laboratorio llenas de agua destilada y que estaban en contacto entre sí, se generó de manera espontánea una conexión estable entre el agua de ambos vasos, formándose un puente de agua de hasta 2,5 centímetros de longitud, que se mantuvo suspendido en el aire desafiando a la gravedad durante 45 minutos.

Este fenómeno, hasta ahora desconocido, ha aparecido explicado en la revista especializada Journal of Physics D: Applied Physics bajo el título de “The floating water bridge”. En este artículo se señala que un detallado análisis experimental reveló que, además, el puente de agua transportó estructuras estáticas y dinámicas, así como calor y masa.

Los investigadores utilizaron dos cubetas de 100 mililitros, agua tres veces desionizada (es decir, agua a la que se le han quitado los iones de carga positiva y negativa), y dos electrodos –un ánodo y un cátodo- introducidos en las cubetas y cargados de forma que generasen una diferencia de potencial entre ambas del orden de entre 15 y 25 kilovoltios.

Tras la formación del campo eléctrico, se produjo un puente cilíndrico de agua de un diámetro de uno a tres milímetros, en el momento inicial del experimento, en el que las cubetas estaban separadas por una distancia de un milímetro. La superficie del agua se encontraba a tres milímetros de distancia de los bordes de los contenedores, que el agua escaló para “encontrarse” en el exterior de éstos.


Calentamiento del Agua

Poco a poco, los científicos fueron separando los recipientes pero el puente de agua se mantuvo, hasta alcanzar los 2,5 centímetros de longitud antes de que la estructura acuosa se rompiese.

De forma independiente a la longitud que tuviera el puente durante el proceso, se observó además que el agua fluía de una cubeta a otra, normalmente desde aquélla que contenía el ánodo hacia la que contenía el cátodo. La dirección del transporte de masa no pudo ser predicha.

Con el paso del tiempo, se comprobó asimismo que el puente de agua se calentaba, pudiendo alcanzar los 60 ºC después de 30 minutos, como consecuencia del campo eléctrico. Los científicos creen que la inestabilidad del puente tras los primeros 45 minutos podría estar ocasionada por este calentamiento.

Por último, las herramientas de medición empleadas por los investigadores revelaron la presencia de ondas de superficie y de oscilación internas de frecuencias de tres kilo hercios


Posibles Explicaciones

Para explicar el fenómeno, los científicos consideran que el campo eléctrico genera cargas electroestáticas en la superficie del agua que provocan el efecto puente. Según esta hipótesis, el campo eléctrico se concentra en el interior del líquido y convierte las moléculas de agua en una microestructura ordenada y estable que es la que hace que el puente se mantenga.

Esta hipótesis de la micro-estructura tiene su origen en el hecho observado de que la densidad del agua cambiaba entre los extremos de las cubetas y el centro del puente, dado que una micro-estructura que consistiera en una disposición de moléculas de agua podría tener una variación similar de la densidad.

Por otro lado, tal como explica al respecto el Instituto Leloir, los científicos detectaron estructuras internas con una cámara fotográfica de alta velocidad que, según ellos, tenían un patrón. Cada experimento comenzó con una estructura interna simple que, tras unos minutos, dio lugar a otras estructuras menores Según ellos, este hecho podría estar originado tanto por la contaminación del agua con polvo ambiental como por la temperatura creciente del agua antes mencionada.

Finalmente, el puente resultó sensible a los campos eléctricos externos: cuando los investigadores acercaron al puente de agua un trozo de vidrio cargado en forma electrostática, las moléculas del líquido se alinearon debido al campo electrostático no homogéneo de la superficie que cargó el vidrio, lo que resultó en una fuerza atractiva entre el puente y el vidrio. Esto hizo que el puente se curvara hacia el trozo de vidrio y formara un arco de agua.


Misteriosa Sustancia

El agua es sin duda la sustancia química más importante del mundo. Se han realizado numerosos intentos de medir o calcular la estructura del agua líquida más allá de la escala de su molécula, formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

Pero se trata de una difícil tarea por la compleja red que forman los enlaces de hidrógeno, que en sí ha sido objeto de varios estudios experimentales y teóricos, que se considera responsable de muchas de las propiedades especiales del agua y la razón por la que este líquido no puede ser tratado como cualquier otro.

Además, la interacción del agua con los campos eléctricos ha sido explorada intensamente en los últimos años, como en el caso de este experimento, cuyos resultados, según los científicos, suponen una nueva y desconocida manifestación de la desconcertante estructura del agua.

Los investigadores, liderados por Elmar Fuchs, explican que el inusual efecto del puente de agua flotante, así como las micro-estructuras en él observadas, podrían ser una pieza más del puzzle misterioso de la estructura del agua. Según publica la revista Physorg, el grupo investiga ahora el grado de organización que deberían tener dichas micro-estructuras para explicar los cambios de densidad en el puente de agua. Los resultados aparecerán publicados en el futuro.

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domingo, 29 de marzo de 2009

El Lenguaje

INTRODUCCIÓN

La psicolingüística es una disciplina relativamente nueva y sería un error creer que sólo se trata de un término nuevo para designar lo que antes se solía y se suele denominar “psicología del lenguaje”.

Se podría definir como el estudio del lenguaje y la mente. Como su propio nombre sugiere, es una disciplina que une la psicología y la lingüística y por lo tanto quien la estudia son los propios psicólogos y lingüistas. Ambos pertenecen a la categoría de científicos sociales cuya labor consiste en elaborar y contrastar hipótesis. El objetivo común de los propios psicolingüistas es descubrir las estructuras y los procesos que subyacen a la capacidad humana de hablar y entender el lenguaje.

Para comprender mejor qué es la psicolingüística voy a citar palabras de un conocido investigador, que señalaba que: “Cuando uno se enfrenta a la pregunta de qué es lo que hacen los psicolingüistas, resulta bastante decepcionante tener que responder que todo” y dicho con palabras de Tanenhaus, “Ofrecer una visión coherente de la psicolingüística es como reconstruir uno de esos retratos-robot de la policía. No se pueden usar todas las piezas, y uses la que uses nunca te saldrá del todo bien”. Así que encontrándonos con esta situación, lo mejor es optar por la especialización.

Como no puedo abarcar todos los temas en los que quedaría dividida la psicolingüística, en este trabajo voy a hacer una breve introducción sin abarcar grandes conceptos, ya que lo que pretendo en todo momento es que el lector tenga una idea general de lo que es la psicolingüística y los puntos más importantes, por todo lo cual voy a tratar solamente de tres de los temas más importantes, como son:

* El problema de la adquisición, donde aparecen cuestiones como: ¿es el lenguaje algo natural en el hombre o simplemente es algo que se aprende? o, ¿Siguen reglas los niños cuando aprenden a hablar?.

* Relaciones entre el conocimiento y el uso del lenguaje. ¿Cómo es la “gramática” mental de los hablantes?¿hace falta una gramática transformacional para hablar?

* Producción y compresión de lenguaje. ¿Cómo comprendemos el lenguaje? ¿Cómo planificamos y producimos el lenguaje?.


El Problema de la Adquisición

¿ES EL LENGUAJE ALGO NATURAL EN EL HOMBRE O SIMPLEMENTE ES ALGO QUE SE APRENDE?

Cuando las personas nos ponemos a hablar sobre el lenguaje la primera pregunta que se nos suele ocurrir es si el lenguaje es algo natural o si por el contrario, es algo que aprendemos. En cierto modo, es obvio que los niños “aprenden” la lengua a la que se hallan expuestos, ya sea el chino, inglés, español..., así pues, no se puede negar que el “aprendizaje” es muy importante. Sin embargo a la cuestión de si el lenguaje procede en parte de la naturaleza o totalmente del aprendizaje o la cultura se le suele denominar la “controversia entre natura y cultura”.

Existe un modo de explicar el aprendizaje de los animales que ideó un psicólogo llamado Skinner. Pretendía explicar el lenguaje como un conjunto de hábitos que se van formando durante la vida. Para ello, lo único que haría falta sería la observación sistemática de los sucesos que acontecen en el mundo exterior y que llevan al hablante a articular sonidos. Las explicaciones sobre el lenguaje se basaban en un trabajo con ratas y palomas. Se había demostrado que, con tiempo, se podía adiestrar a estos animales en una gran variedad de tareas, siempre y cuando se siguieran dos principios elementales.

En primer lugar, las tareas debían descomponerse en una serie de pasos cuidadosamente graduados. En segundo lugar, había que recompensar repetidamente a los animales. Este tipo de aprendizaje fue denominado: condicionamiento operante. Puede decirse que a través de este mecanismo es como tiene lugar la inmensa mayoría del aprendizaje humano, incluido el aprendizaje del lenguaje. Por tanto, lo único que hace falta para entender el lenguaje es identificar las “variables controladores” que nos permiten predecir ciertos enunciados.

Pero no resulta tan fácil cuando se trata del “lenguaje”. Es muy difícil predecir qué es lo que va a decir un individuo concreto en una situación determinada, por ejemplo ante un cuadro, cada cual puede tener opiniones diversas. Con lo que se demostraría que no existe total control sobre la respuesta del individuo.

Otro de los inconvenientes de la comparación de ambos aprendizajes sería en relación al tipo de refuerzo que hay que dar, que sería el segundo paso del experimento, ya que normalmente, y poniendo un ejemplo de aprendizaje del lenguaje, a un niño le reforzamos si nos dice una frase verdadera, es decir que el significado que tenga sea correcto, aunque estructuralmente sea incorrecta. Por ejemplo: “gatito sombrero”, y nos enseña un gatito con un sombrero puesto, a si nos dice: “el gatito lleva puesto un sombrero” y nos enseña un gatito sin sombrero.

Al igual que estos dos problemas existen otros tantos al comparar el aprendizaje de los animales con el aprendizaje del lenguaje en las personas. Éstos deberían ser observados cuidadosamente para poder dar la respuesta correcta a la cuestión de cómo adquirimos el lenguaje. Tenemos que tener en cuenta, sin embargo, que hay otras actividades humanas que sí se pueden aprender de la misma manera que los animales aprenden. Entonces, mi pregunta es: ¿Por qué el lenguaje no?

En primer lugar tengo que decir que el lenguaje hace uso tanto de operaciones dependientes de la estructura, como de operaciones independientes. Es decir que la lengua tiene una estructura interna y otra externa. Cuando decimos una frase, la frase en sí, la parte morfo-sintáctica que tiene, puede decirse que es la estructura externa, mientras que la parte semántica, sería la estructura interna.

Por ejemplo: “El niño tiene una pelota roja” sería la estructura externa que está compuesta por un artículo, un sustantivo, el verbo con su correspondiente complemento y éste con un adjetivo. Pero esta estructura no siempre es igual, ya que cuando se cambia a interrogativa, por ejemplo, se añaden nuevos términos: “¿Tiene el niño una pelota roja?”. Ahora bien, todos entendemos el significado de esta frase, pero es muy difícil decirlo sin utilizar palabras, pues, eso que nos dice la frase anterior con palabras y que queda grabado en nuestra mente bien como una idea o una imagen... es la estructura interna.

Hay que tener en cuenta que estoy hablando de una estructura externa de la lengua española y que hay diferente lenguas como la inglesa, alemana, china... que tienen estructuras externas diferentes. Sorprendentemente si observamos detenidamente todos los niños que aprenden una lengua parecen saber automáticamente que el lenguaje emplea operaciones dependientes de estructura, y esto se podría explicar perfectamente a través del innatismo, es decir, que cabe la posibilidad de que los humanos tengamos un conocimiento innato de este fenómeno.

Después de poner dos ejemplos claros, uno sobre si el lenguaje se aprende, con el experimento de las ratas y las palomas, y otro de si es natural del hombre con el ejemplo de las operaciones dependientes de estructura veamos otro punto importante para sacar en claro como es la adquisición del lenguaje.


¿Siguen Reglas los Niños cuando Aprenden a Hablar?

Por decirlo de alguna manera, tanto el comportamiento de los niños como el de los borrachos es igualmente desconcertante. Oír hablar a un niño es algo muy dificultoso de estudiar ya que emite una serie de fonemas sin orden alguno, con lo que es más problemático interpretar los enunciados infantiles que descifrar su habla, que al fin y al cabo se descubre por la situación o el contexto.

Los niños comienzan emitiendo sonidos, con el balbuceo, el gorjeo... y poco a poco van formando palabras. Tienden a sobregeneralizar, ya que cuando conocen un objeto por una palabra, y existen otros objetos que se relacionan con el primero de alguna manera, suelen atribuir la misma palabra. Por ejemplo: una niña empezó a utilizar la palabra BA inicialmente para nombrar el baño; luego centrando su atención en el elemento líquido, generalizó la palabra para referirse a la leche. Y más tarde, recordando los grifos de la bañera, empleó la palabra BA para nombrar los grifos de la cocina.

Este proceso se conoce como “complejo encadenado” y es muy frecuente en los niños cuando están adquiriendo el lenguaje. Quizá sea tan frecuente porque aunque no nombren los objetos con sus verdaderos nombres, sin embargo los adultos reforzamos esas palabras, ya que guardan relación entre la palabra y el objeto y eso nos da a entender que el niño va conociendo la relación entre el lenguaje y el mundo exterior.

Pero algunos niños ni siquiera se dan cuenta de que están “nombrando” objetos cuando pronuncian palabras aisladas, sino que el niño aprende primero las palabras y luego se da cuenta de que esas palabras son nombres.

Después de la emisión de palabras aisladas, o muchas veces incluso al mismo tiempo, los niños emiten palabras de dos en dos. Por ejemplo: “niño malo”, “no cama”... pero si nos damos cuenta, las combinaciones no suelen ser azarosas, sino que tienen relación, aunque no una estructura definida. Ciertas palabras aparecen siempre en la misma posición, mientras que otras jamás aparecen aisladas. Da la impresión de que los niños están utilizando unas reglas definidas a la hora de juntar palabras. Analizando los grupos de palabras que formaban diferentes niños, se podría decir que están utilizando sus propias reglas gramaticales, las cuales han desarrollado ellos mismos.


Relaciones entre el Conocimiento y el Uso del Lenguaje

¿CÓMO ES LA “GRAMÁTICA” MENTAL DE LOS HABLANTES?

Casi todos lo lingüistas, pretenden descubrir cómo es la “gramática” mental de los hablantes, es decir el sistema interiorizado de reglas que nos permite hablar y entender nuestra lengua. Pues bien, para ello los lingüistas crearon la gramática transformacional.

Para comprender en primer lugar qué es la gramática transformacional daré una breve definición recogida en “el pequeño Larousse 2003” que dice lo siguiente: La gramática transformacional es una “operación gramatical que convierte una estructura de la lengua en otra por medio de reglas explícitas”, es decir un cambio en las estructuras lingüísticas a través de reglas expresadas de manera clara y precisa.

Para explicar con claridad la gramática transformacional, voy a poner un ejemplo bastante apropiado. Si nos imaginamos que una nave con pasajeros españoles, que utilizan un lenguaje, el español, desembarca en Júpiter. Este planeta está habitado por una raza de insectos zancudos que se comunican entre sí agitando sus largas patas. Los terrícolas aprenden con suma facilidad el idioma de los insectos, ya que cada signo representa una palabra y es muy fácil.

Pero el emperador Jupiteriano quiere aprender el español, ya que le parece muy interesante el hecho de andar y hablar a la vez. Al principio le parece una tarea muy fácil, piensa que solo tiene que memorizar todas las frases que digan los terrícolas junto con sus significados. Como es habitante de Júpiter carece de la capacidad natural de entender cómo funciona el lenguaje, por eso no es capaz de detectar las regularidades de las frases; simplemente se las aprende de memoria. Así se pasa un año entero. Pero sin embargo, el resultado es un desastre.

Enseguida se da cuenta de que no se ha aprendido las frases que necesita saber. Cuando quiere preguntar a los visitantes si les gusta la sopa de erizo de mar, lo más parecido que recuerda haber aprendido es “Esta sopa tiene un sabor curioso. ¿de qué está hecha?” Para saber si les molesta la lluvia a los terrícolas, sólo se encuentra con la frase “está lloviendo. ¿Dónde podemos comprar botas de agua y paraguas?”

Entonces se da cuenta de que es imposible que consiga memorizar todas las frases que se pueden emitir. Descubre que cada frase está compuesta por unas unidades llamadas palabras, como lluvia, sopa... que se repiten. Pero aunque ahora es capaz de reconocer casi todas las palabras que oye, éstas siempre aparecen combinadas de forma diferente. Así pues el emperador deduce dos hechos fundamentales acerca del lenguaje de los terrícolas: que tienen un número finito de elementos que se pueden combinar en una cifra astronómica de maneras diferentes y que lo que importa son las estructuras que hay detrás de las frases que había memorizado.

Para saber cuáles son estas estructuras decidió hacer una lista de palabras y tomar nota del lugar de la frase en la que aparecían. Pero se empezó a encontrar con problemas ya que algunas frases contenían errores que él no sabía como detectar. Por ejemplo: “pues yo, esto, me parece que lo que quería decir era que eso y tal”

Otro problema era el de las asimetrías en las estructuras, ya que algunas palabras no podían ir relacionadas con otras en una determinada posición: “Diez toneladas eran pesadas por el elefante”.

El emperador de Júpiter decidió arrestar al capitán de la nave para que le ayudara y le dijo que solo le pondría en libertad si le daba una relación de las reglas del español. El capitán no sabía como explicárselo, pero después de mucho meditar descubrió lo siguiente: Las frases son ristras de palabras, con lo que el orden en que aparecen se puede predecir relativamente bien.

Se le ocurrió entonces que quizá la mente humana contiene una red de asociaciones en las que cada palabra está relacionada con las palabras que le preceden y le siguen en la frase. Así empezó a construir una gramática que empezaba con una palabra que desencadenaba un conjunto de alternativas, asociadas a otras y así sucesivamente. Pero para que una gramática sea adecuada, ha de reunir dos requisitos: en primer lugar, ha de generar todas las frases de una lengua y en segundo lugar, ha de funcionar de acuerdo con las intuiciones de los hablantes nativos.

Con la gramática que había ideado, se podría encontrar con frases relacionadas entré sí que, en cambio, tendrían estructuras diferentes. Por consiguiente y después de todos los intentos del capitán terrícola por explicarle como aprender el lenguaje, el emperador se convenció de que el sistema más satisfactorio era un modelo transformacional del lenguaje, en el que las frases relacionadas comparten la misma estructura interna. Pero a pesar de todo esto, el emperador no consiguió aprender la lengua correctamente con este sistema de gramática transformacional tampoco.

Como conclusión decir que los hablantes tenemos intuiciones o conocimiento específico y la gramática transformacional pretende describir esta clase de conocimiento.

Con el ejemplo del emperador de Júpiter pretendo explicar lo difícil que es enseñar las reglas del lenguaje ya que no existe su conocimiento, sino que es algo inconsciente.


¿HACE FALTA UNA GRAMÁTICA TRANSFORMACIONAL PARA HABLAR?

Normalmente existe una estrecha correspondencia entre la forma de la gramática transformacional y las operaciones que efectúa una persona cuando produce o comprende lenguaje. Con esto quiero decir que la gramática transformacional sería como un almacén de información al que podemos recurrir si nos hace falta en algún momento al descodificar la oración, pero que no es necesaria para el hecho en sí de hablar, ya que como he dicho anteriormente, no se puede explicar qué es el lenguaje, cómo se aprende, sino que simplemente se aprende. Tal vez porque cada individuo lo lleve en sus genes o porque lo vaya adquiriendo del medio que le rodea, pero la realidad es que lo adquiere.


Producción y Comprensión del Lenguaje

Es preciso saber en primer lugar, si existe alguna relación entre la comprensión o descodificación y la producción o codificación del lenguaje. Debido a que no se tiene certeza de que ambas estén relacionadas directamente las voy a desglosar en dos apartados diferentes, empezando primero por la comprensión del lenguaje, puesto que ha sido la actividad más estudiada.

Para comenzar voy a enumerar unos cuantos enunciados que los oyentes de una lengua suelen encontrar difíciles de comprender, a fin de explicar el por qué. Por ejemplo: “A Ernesto le sacudió Luis unas alfombras” A nivel sintáctico es totalmente correcta. Vamos a ver ahora la siguiente: “A Ernesto le vendió Luis unas alfombras” Las dos frases nos dicen lo mismo, pero sin embargo la segunda es más fácil de comprender.

Si explicamos satisfactoriamente por qué la segunda oración es más difícil de comprender, habremos descubierto bastante sobre los mecanismos de descodificación. Las oraciones ambiguas son también una buena prueba para estudiar la comprensión del lenguaje.

Con esto quiero decir que, al escuchar una oración que no esperamos o que no estamos acostumbrados a escuchar, necesitamos más tiempo para asimilarla y organizar la información en nuestra mente. El oyente rechaza pues, una de las posibles interpretaciones o al menos encuentra la oración difícil de interpretar cuando se cumplen los siguientes supuestos:

* Va en contra de sus expectativas
* Transgrede ciertos límites “psicológicos”

Como he dicho anteriormente, todo individuo posee una estructura interna y otra externa del lenguaje. Pues bien, si a nuestros oídos llega siempre la estructura externa en forma simple, es decir, como estamos acostumbrados a escucharla, no habrá ningún problema. Pero el problema radica en que la estructura externa puede adoptar mucha formas, pasiva, subordinada, coordinada, pasiva refleja, etc. Nosotros estamos acostumbrados a escuchar las oraciones en forma activa y en esta forma es en la que se refleja nuestra estructura interna, con lo que si nos sacan de ahí, nos perdemos.

A partir de que una frase ambigua o cualquier otra frase que no esté en activa, llegue a nuestros oídos, tendremos que iniciar un proceso de descodificación a través del cual ordenaremos dicha frase dándole el significado apropiado a cada miembro y de esta manera comprender su significado será una tarea mucho más fácil, aunque sí llevará más tiempo del habitual.

Los factores que afectan a la comprensión examinados hasta el momento son de carácter lingüístico. Sin embargo, las oraciones también pueden ser difíciles de comprender por razones psicológicas de carácter general. Es posible que la comprensión requiera capacidades relacionadas con otros aspectos de la conducta humana, tales como la percepción visual o las habilidades matemáticas.

Por ejemplo, normalmente solemos tener problemas de comprensión con las frases demasiado largas, ya que quizá cuando terminen de decirnos la frase nos hayamos olvidado del principio. Claro que no es sólo la longitud el problema, porque si a la vez que una frase es larga, es compleja, el oyente tendrá doble trabajo para descodificarla, primero recordarla, y si lo consigue, ordenarla.

La solución a todos estos problemas puede parecer imposible, sin embargo y por encima de todo, la mente humana es una máquina enormemente poderosa, capaz de ejecutar múltiples procesos en paralelo.

A continuación vamos a ver como se resuelve la producción del lenguaje, un área de investigación que plantea todavía más problemas que la comprensión.


¿CÓMO PLANIFICAMOS Y PRODUCIMOS EL LENGUAJE?

Es increíblemente difícil observar cómo planifica y produce una persona el lenguaje. Cuando alguien pronuncia un a frase, sabemos muy poco del tiempo que le ha llevado planificarla y de los procesos que ha empleado en ello. Por desgracia, sólo existe una situación de la que podamos asegurar que el hablante está preparando mentalmente un mensaje, y es cuando está intentando recordar un nombre. El hablante tiene el nombre que busca en la “punta de la lengua”, pero no termina de recordarlo. Su mente no se halla totalmente en blanco en lo que respecta a esa palabra, sino que le queda una especia de sombra de ella.

Las situaciones en las que el hablante corrige lo que acaba de decir, constituyen también una fuente de información, sin embargo se produce una demora relativamente larga entre el error y la corrección. En tales situaciones los hablantes se comportan como si estuvieran escuchando a otro hablante, pero esto tampoco nos da mucha información.

Para poder saber con más precisión cómo se produce el lenguaje podemos tratar otros aspectos. En primer lugar es muy importante el análisis de las pausas que se producen en el habla espontánea, de este modo podremos establecer en qué momentos se produce la planificación del lenguaje. En segundo lugar, podemos analizar los errores espontáneos que se cometen al hablar, tanto los que se observan en las conversaciones entre personas normales, como los que se registran en las patologías del lenguaje, como la disfasia, o alteración del lenguaje por daño cerebral.

Existen más puntos a tratar sobre como se planifica y se produce el lenguaje, que en resumen podríamos decir que: Los procesos de producción del lenguaje son una conducta ensayada que se ejecuta con muchas prisas, hasta tal punto que el hablante no tiene tiempo para comprobar a fondo todos los detalles. Del mismo modo que en la comprensión el hablante utiliza estrategias perceptivas, posiblemente también se utilizan estrategias en la producción. El hablante no tiene tiempo para inspeccionar con detalle cada segmento de la palabra, y emplea un mecanismo de inspección para evitar que se produzcan demasiados errores en la emisión.

La planificación del lenguaje estaría dividida en dos etapas. En la etapa de planificación general, se seleccionan las palabras y se construye el marco sintáctico y el perfil de entonación del grupo tonal en su totalidad. En la etapa de planificación de detalle, las palabras y sus terminaciones se insertan en el marco de la oración siguiendo la secuencia de pies de que se compone la misma, activándose primero la palabra acentuada de cada pie. Por último, se completan las sílabas no acentuadas.

A pesar de este basto resumen, todavía quedan muchas lagunas por descubrir en relación a la producción del lenguaje, que gracias al trabajo de numerosos psicolingüistas poco a poco irán desapareciendo.

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