miércoles, 5 de mayo de 2010

CASTIGO PARA LOS MENTIROSOS

En este artículo trataremos de las consecuencias que se acarrea cuando una persona utiliza la mentira para el soborno y el enriquecimiento ilícito a sabiendas que Dios aborrece la mentira y el engaño veamos que nos dice la Biblia al respecto:

"Todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre" Apocalipsis 21:8

Todos los mentirosos irán al lago de Fuego.

Hoy en día en nuestra sociedad la mentira abunda a montones y a la gente les fascina mentir constantemente no sabiendas que esto nos puede traer consecuencias eternales.Tenemos que aprender a vigiliar lo que hablamos y prometemos a diario es mejor decir si o un no,pero no dejar a nadie plantado.y si mentimos recuerde inmediatamente pedirle perdón al señor...

Recuerde tenemos un abogado y el es fiel y justo para perdonarnos,pero esto no significa que voy a utilizar la mentira constantemente como un medio de escape...Recuerde necesitamos arrepentirnos...

Mentimos a causa de nuestra naturaleza pecaminosa mira lo que dice la Biblia al respecto.

"Se apartaron los impíos desde la matriz;se descarriaron hablando mentira desde que naciero" (Salmos 58:3)

La mentira es parte de nuestra naturaleza somos pecadores...para los impíos es un palcer mentir y mentir entre más mentiras dicen más se gozan en su maldad...no les interesa poner freno a su lengua;ni mucho menos confirmar en su Biblia si lo que el está predicando va en contra del legítimo evangelio de nuestra señor Jesucristo...

Donde recuerde en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe de principio a fin"mas el justo vivirá por la fe"...Sin embargo muchos blasfemos no les interesa utilizar la mentira y explotar al pueblo de Dios indiscriminadamente no solo se complacen mintiendo,sino robando¿por qué ellos no le hablan la verdad al pueblo de Dios y se la esconden? por que no les interesa la salvación del pueblo del señor;si no solamente una buena tajada de dinero cobrando sus famosos diezmos y jugosas ofrendas a no sabienda que nuestro señor Jesucristo a través del nuevo pacto;la nueva alianza clavó en la cruz todos los decretos de la ley antigua...de manera pueblo de Dios...que sirvamos a nuestro señor ya no bajo el antiguo mandamiento escrito;si no bajo el nuevo Regimen del espíritu que nos da la fe en Jesucristo...Lea el Libro de los Romanos.los Gálatas y los Hebreos verá que no le miento...

Pero por que hoy muchísimos predicadores de Renombres se empeñan en seguir mintiendo al pueblo de Dios y no prestan atención a la palabra escrita...pero yo la había dicho Jesús...por más que oigan no entenderán...por más que vean no verán...Este pueblo de labios me honra,pero su corazón está lejos de mi.

veamos lo que dice la Biblia... "El justo aborrece la palabra de mentira;más el impío se hace odioso e infame" Proverbios 13.5...

Aquí la justicia consiste en obedecer a Dios.Entre más justicia hay,menos mentira habrá.pero la impiedad aumenta la falsedad...

"Ciertamente mi pueblo son hijos que no mienten" Isaías 63:8

Dios quiere un pueblo santo,puro,dueño de sí mismo que ame la verdad y que se aparte de todo aquello sospechoso que está ocasionando daño a la gente y enviándola al infierno...Recuerde el que encubre pecados no prosperará,pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia...

La mentira abunda por que el pueblo del señor es poco.El verdadero hijo de Dios ama la verdad y se aparta de toda mentira...

"No mintáis los unos a los otros,habiéndonos despojado del viejo hombre con sus hechos...Golosenses 3:9...solo los pecadores mienten.El que abandona su vieja manera de vivir también abandona la mentira...veamos..

"El testigo falso no quedará sin castigo,y el que habla mentiras no escapará" Proverbios 19:5...

Dios ni siquiera puede aceptar las mentiras que se dicen en broma por que esa es parte de nuestra vieja naturaleza veamos...

"Como el que enloquece,y echa llamas y saetas y muerte,tal es el hombre que engaña a su amigo,y dice. Ciertamente lo hice en broma" Proverbios 26..18-19...

Entonces hermano debes de prometerle a Dios que dejarás de mentir y las veces que lo hagas pídele perdón mejora en la próxima y no lo vuelvas a hacer el espíritu santo te renovará día a día hasta llegar a la estatura de cristo Jesús Aleluya...día a día Dios te ayudará a renovar la vieja naturaleza por la nueva naturaleza creciendo de gloria en gloria...no te des por vencido continúa recuerda tenemos un abogado para todos aquellos que hemos nacido de nuevo el siempre estará listo a yudarte...

veamos: "Mis labios no hablarán iniquidad,ni mi lengua pronunciará engaño" Job 27:4

Clama a Dios por su ayuda "Libra mi alma, ohjehová, del labio mentiroso, y de la lengua fraudulenta" salmos 120.2...

Tenemos que reconocer que Dios ayuda a los suyos por un cambio grandísimo...

veamos...

"Os daré corazón nuevo,y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros;y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra,y os daré un corazón de carne.y pondré dentro de vosotros mi Espíritu,y haré que andéis en mis estatutos,y guardéis mis preceptos,y los pongáis por obra....Ezequiel 36-26-27...

Puesto que naturaleza vieja se inclina automáticamente a la mentira'Dios nos da una naturaleza nueva¡ Aleluya...Aleluya...Aleluya...Y esta naturaleza ahora desea hacer lo bueno...nunca lo malo...

"por que Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,por su buena voluntad...Filipenses 2:13...

Finalmente amigo mio no olvides que todos los mentirosos serán condenados.Entrégate a Jesús y evita este fin horroroso.

Te ruego que arregles cuenta con Dios antes de que pierdas la oportunidad de entrar al cielo.Abandona tus pecados y busca a Dios de todo corazón...Lee la Biblia diariamente y obedecela...busca una iglesia bíblica compuesta de verdaderos creyentes que amen la verdad integra de la palabra de Dios,que sean humildes y obedientes a los mandamientos del señor sino conoces ninguna iglesia con estas características ora diariamente el espíritu santo te ayudará al cambio.

Recuerda que la iglesia eres tu...inicia hoy mismo una relacion con tu padre celestial desde tu aposento...allí en tu recamara...di señor Jesus yo reconozco que soy un pecador...que mi pecado me separá de ti...que mi vida no tiene sentido...que he mentido constantemente y que siento que mi alma se muere...Hoy señor vengo delante tu presencia y me arrepiento de todos mis pecados.

Te pido perdon por todo lo malo que hecho...quiero que me des una nueva naturaleza y que me ayudes dia a dia a apartarme del mal y buscar el bien...Que tú espíritu santo me ilumine siempre y me dirija cada vez mas hacia la verdad...Hablame señor te obedecer a traves de tu palabra y mi hogar y mis hijos,mi esposa mi familia sera mi iglesia donde congregarme ayudame señor. Gracias.

Leer más...

Los Maldicientes no van al Cielo


1 Cor 6:9, 11 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis… ni los maldicientes… heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

No somos salvos por obras, pero los pecados sí nos mandan al infierno. Un hijo de Dios es lo que es, por que se ha sujetado a la voluntad de Dios, y vive buscando la voluntad de Dios en toda su vida (Mat 7:21-23). Esto le marca. Este pasaje nos demuestra unas cosas que son abominaciones para Dios, y los hijos de Dios se alejarán lo más lejos que se pueda de ellos.

1° Juan 3:8-9 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Las obras no son el criterio de la salvación

La Biblia nos enseña muy claramente que el criterio para ser salvo (o no ser salvo) es de conocer a Jesucristo como su Salvador personal, y las obras no nos salvan (Tito 3:5; Efesios 2:8-9). Pero 1Cor 6:9 “ni los maldicientes… heredarán el reino de Dios.” nos instruye que la persona quien tiene el hábito de usar vulgaridades y maldiciones es una persona quien no conoce a Dios. Del corazón podrido salen las maldiciones y groserías, y esto es exactamente una persona quien carece del amor de Dios en su corazón. No es un hijo de Dios, sino es un hijo del diablo, y se ve muy claramente y fácilmente su carácter.

Rom 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Mateo 12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?

Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

Mat 12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

La clave de entender la prohibición divina en no usar maldiciones, de no ser maldiciente, de no atacarse el uno al otro, y de no hablar mentiras es que la boca habla por la abundancia del corazón. El corazón podrido se ve por las palabras vulgares de la boca.

Pro 10:31 La boca del justo producirá sabiduría; Mas la lengua perversa será cortada. 32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades.

Stgo 3:9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

Santiago aclara que la evidencia de que tipo de fuente es que se ve por la calidad de cosas que fluyen de ella. Un hombre malvado, inconverso, y sin salvación va a tener su boca bien entrenada a maldecir, mentir, y atacar a otros. Un hijo de Dios jamás tendrá palabras de este carácter salir por su boca. Además Santiago hace un interesante punto. Cuando una persona maldice a otras criaturas hechas a la imagen de Dios, entonces es hipocresía que esta persona pretenda de ser salva, un hijo del mismo Dios que creó la persona que tú maldices.

Mateo 15:11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.

Los judíos se equivocaron en pensar que la espiritualidad (calidad de ser un verdadero hijo de Dios) era por la observación de leyes de dieta, pero Jesús volteó esto a enseñar la verdad. No es lo que pones en la boca que te hace corrupto, sino lo que sale de ella.

2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Si profesas de ser salvo y tienes problemas con maldecir, ¿Cristo realmente ha limpiado tu corazón? ¿Realmente eres una nueva criatura?

¿Qué es el maldecir?

1Tes 5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal.

La idea de maldecir es de usar unas palabras (muchas veces el nombre de Dios, palabras que Dios como Juez usa para juzgar y maldecir a los malvados) para expresar un deseo que algo malo le pasa a otra persona. Es una forma de despreciar a la otra persona, o una expresión de frustración con la situación (que va en contra de Dios o uno mismo en lugar de una persona), o simplemente una forma de expresar lo opuesto de la santidad. Normalmente estas palabras no tienen sentido, y son interjecciones que echan en la conversación sin mucho sentido o función aparte de expresar enojo, frustración, o rechazo de la situación. A veces son echadas en la conversión para impresionar a otros con que tan malvado que eres, o tú falta de entusiasmo por lo que está pasando.

Col 3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

Pablo atacó aquí exactamente que es el maldecir. El maldecir sale de estas emociones, ira (violenta pasión en contra de alguien), enojo (indignación y deseo feroz en contra de alguien), malicia (depravación, o algo malo en contra de alguien), blasfemia (de verbalizar maldad en contra de otro, especialmente en contra de Dios y lo que hace en tu vida), palabras deshonestas (comunicación asquerosa y vil).

Lev 20:7 Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.

Palabras, Vulgaridades, y Dios
Sal 73:9 Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra.

Hay personas quienes usan maldiciones muy libremente. Para ellos, la maldición es algo ligero, como casi una broma. Echan unas maldiciones a otras personas en la calle, a los que trabajan con ellos, o aun a su pareja e hijos. La idea de maldecir es algo de burlarse de las personas y no es algo en serio. Dios maldice a los malvados aquí en la tierra, y eternamente al infierno. Cada vez que tú usas una maldición o el nombre de Dios en vano (con ligereza) estás burlando del Juez Justo y del juicio que hace Dios en contra de los malvados. Nadie puede burlarse de Dios sin que Dios juzgue a esta persona.

Éxodo 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

En los diez mandamientos Dios prohibió el uso profano de su nombre. Esto quiere decir, de tomar su nombre ligeramente en una plática cotidiana donde no hay reverencia por quien que es Dios. No es un pecado de usar el nombre de Dios, sino de usarlo en una forma vana (si sentido, con burla, o sin respecto). La idea es de usarlo como explicativo, o sea, te pegas el dedo con un martillo por accidente, y te sale el nombre de Dios como maldición o un explicativo.

Pro 30:8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; 9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.

Somos llamados por el nombre de Dios, e igual que el uso de las vulgaridades es la blasfemia de Dios por un mal testimonio. Es lo mismo.

Efesios 4:29-30 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

El cristiano es una persona quien siempre edifica a otros. Un hijo del diablo es una persona quien se marca su boca por lo malo que es por sí, y como maltrata a sí mismo, blasfema a Dios, y maldice a los demás. ¿Cuáles eres?

Ef 5:1-4 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros… Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

Pablo explicó con la fuerza de un mandamiento de Dios que no debemos seguir el mundo sino andar en el ejemplo del amor de Jesús. Pablo identificó lo que ni una vez debe ser visto entre los hijos de Dios. Su explicación es que esta prohibición total “conviene a los santos”. La idea es que “como es digno o correcto para los santos.”

Deseando mal a otros

Sal 10:7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; Debajo de su lengua hay vejación y maldad.

El hijo de Dios no usa maldiciones por que no quiere que la vida de otros vaya mal, y una maldición es exactamente esto, un deseo para alguien que te hizo algo malo o que no te gusta recibe una maldición por lo que te hizo.

Santiago 4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

El cristiano debe hacer correcto lo que sabe que es correcto.

La Vida Ejemplar de un Hijo de Dios

Santiago 3:5-6 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Filipenses 1:27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo…

Con la lengua podemos hacer mucha maldad, y el hijo de Dios guarda siempre su boca. Su conducta es algo que es digno a un hijo o representante de Dios.

Salmo 141:3-4 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites.

1Pe 3:10 Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño

Leer más...

martes, 4 de mayo de 2010

LA BIBLIA CONDENA ALA INVOCACION A LOS MUERTOS

Ciertamente, en la condena general de la hechicería (Dt 18, 9-15), la Biblia no distingue entre varones y mujeres. Pero después, en concreto, da la impresión de que la misma Biblia insiste en la existencia de un conocimiento sacral, de hechicería, más vinculado a las mujeres. Así lo indica de un modo tajante y abrupto el Decálogo social y sacral de Lev 22, 17-30, incluido en el Código de la Alianza: “No dejarás con vida a la hechicera (mikaspah)” (Ex 22, 17). Significativamente, ésta es la primera de una serie de leyes básicas que sirven para poner de relieve la santidad de Israel, como pueblo que quiere separarse de otros por sus prácticas sociales y sacrales.

Pues bien, al principio de esa ley de santidad está la condena de las mujeres hechiceras, entendidas como peligrosas para la santidad de Israel. ¡Para ser santos según el Yahvé de este Israel hay que matar a las que entienden la santidad de otra manera!

Si el Código de la Alianza condena de esa forma a las hechiceras es que tiene “miedo de ellas”, pues representan una sacralidad femenina que la Biblia judía ha juzgado peligrosa. La práctica de las “hechiceras”, a las que se alude aquí, pueden ser la recogida en Dt 18, 9-12 (vaticinadores, astrólogos, agoreros, hechiceros, evocadores de espíritus, adivinos, nigromantes), y en Lev 20, 6.27 (nigromantes, adivinos, hechiceros), que han de ser condenados a muerte.

En este contexto, condenar la hechicería implica matar a la hechicera, cerrando así en falso (con sangre) un camino que, recorrido de otra manera, podía ser bueno. Pues bien, a pesar de ello, la misma Biblia recoge una figura de hechicera-nigromante y lo hace en forma parcialmente positiva:

Samuel ya había muerto, y todo Israel había lamentado su partida. Lo habían sepultado en su ciudad, en Ramá. Y Saúl había quitado del país a los que evocaban a los muertos y a los adivinos (a los “conocedores). Los filisteos se reunieron, vinieron y acamparon en Sunem. Saúl reunió a todo Israel, y ellos acamparon en Gilboa. Al ver Saúl el campamento de los filisteos, se atemorizó, y su corazón se estremeció en gran manera. Entonces Saúl consultó a Yahvé, pero Yahvé no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por los profetas.

Entonces Saúl dijo a sus servidores: Buscadme una mujer que sepa evocar (=hacer subir) a los muertos, para que yo vaya a ella y consulte por medio de ella. Sus servidores le respondieron: He aquí que en Endor hay una mujer que sabe evocar a los muertos. Saúl se disfrazó poniéndose otra ropa, y fue con dos hombres. Llegaron de noche a la mujer, y él dijo: Por favor, evócame a los muertos y haz que suba quien yo te diga. Pero la mujer le respondió: Tú sabes lo que ha hecho Saúl; cómo ha quitado del país a los que evocan a los muertos y a los adivinos. ¿Por qué, pues, me pones una trampa para causarme la muerte?

Saúl le juró: ¡Vive Yahvé, que ningún mal te vendrá por esto! Entonces la mujer preguntó: ¿A quién haré que suba? Él respondió: Haz que suba Samuel. La mujer, cuando vio que aparecía Samuel, gritó con mucha fuerza y habló a Saúl diciendo: ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! El rey le dijo: No tengas miedo. ¿Qué has visto? La mujer respondió: He visto un ser divino (un elohim) que sube de la tierra. Entonces él le preguntó: ¿Qué aspecto tiene? Ella respondió: Sube un hombre anciano, envuelto en un manto. Saúl supo que era Samuel, e inclinando el rostro a tierra se postró.

Entonces Samuel preguntó a Saúl: ¿Por qué me has molestado haciéndome subir? Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos combaten contra mí, y Dios se ha apartado de mí. No me responde más, ni por profetas, ni por sueños. Por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. Entonces Samuel dijo: ¿Para qué me preguntas a mí, Yahvé se ha apartado de ti y se ha vuelto tu adversario? (1 Sam 28, 3-16).

Se le suele llamar la pitonisa, pero es una nigromante o médium, capaz de evocar a los muertos. Significativamente es una mujer, como sucedía y sucede hoy todavía, pues se piensa que las mujeres saben dialogar mejor con los que han muerto, mientras los varones son más propensos a matarles.

La misma mujer afirma que el rey Saúl ha prohibido la evocación de los muertos (en la línea de Dt 18, 9-12 y Lev 20, 6), pues, desde una perspectiva israelita, él supone que ellos no son “dioses” o seres divinos con quienes uno se puede poner en contacto, sino simplemente personas que ya han fallecido y no pueden situarse en el lugar de Dios, el único ser “sobrenatural” con quien un creyente debe comunicarse. Desde esa perspectiva se dice que Israel es religión “de vivos” (es decir, del contacto de Dios con los vivos) y no de veneración religiosa de los muertos, en contra de las culturas del entorno que han tendido a divinizar a los muertos (aunque ésta es una afirmación que debería matizarse).

Fiel a la tradición yahvista, Saúl había prohibido la veneración y evocación de los muertos. Pero, llegado el peligro, cuando él mismo se descubra amenazado por la muerte, sentirá la necesidad de consultar con poderes “sobrenaturales”, pues su Dios Yahvé no le responde “ni por sueños, ni por los Urim, ni por los profetas”. Por eso, no pudiendo conectar con Dios utilizando los medios normales, admitidos en ese momento por el yahvismo (sueños o suertes sagradas, oráculos proféticos), acude a una evocadora de muertos, aunque él mismo las haya condenado.

La práctica de la invocación de los muertos se sitúa muy cerca de la invocación de los espíritus, pues entre muertos (metim) y espíritus (´obim) hay una gran continuidad (casi identidad), como saben los “hechiceros” antiguos (Dt 18, 11) y modernos. Los evocadores de espíritus y muertos suelen ser sobre todo mujeres expertas en la comunicación con las fuerzas profundas y sagradas de la naturaleza, a las que ponen (=dicen poner) al servicio de los vivos. Sólo una persona experta, en comunicación con el misterio profundo puede ponerse en contacto con los muertos, a través de visiones y evocaciones. Saúl, hombre fuerte, austero yahvista, no tiene más remedio que pedir la ayuda de una mujer como ésta, para que ilumine su camino, poniéndole en contacto con el profeta Samuel, ya muerto, que le había coronado rey, pero que después le ha rechazado.
El texto supone que no se debe evocar a los muertos (¡sólo hay que invocar a Yahvé!), pero que de hecho puede hacerse y hacerse con éxito, pues la médium de Endor consigue que el espíritu de Samuel ascienda como un “dios” (un elohim) y converse con Saúl, para decirle las mismas palabras que solía decirle cuando estaba vivo y para anunciarle su muerte. El argumento principal del relato no está en que la “médium” evoque al espíritu de Samuel y converse con él, sino que el mismo Saúl, un rey yahvista, se introduzca en la trama de esta evocación y, guiado por una mujer, conversa con Samuel.

Esta “conversación” de Saúl con

el espíritu de Samuel, ya muerto constituye uno de los momentos más dramáticos de la historia de Israel, tal como aquí aparece guiada e interpretada por una mujer (esta médium de Endor). Como he dicho, la Biblia judía condena la evocación de los muertos, pero supone que es posible y que, en un caso como éste, puede tener éxito. El texto no dice si esa “médium” es israelita o cananea, no juzga su conducta; simplemente cuenta lo que, a su juicio ha pasado: ella ha puesto a Saúl en contacto con Samuel. Pues bien, al final de la escena, una vez que Saúl ha escuchado la condena de Samuel y queda abatido en el suelo, ella, la misma médium le hace volver a la realidad, invitándole a que asuma su destino:

Acercóse la mujer donde Saúl, y viendo que estaba tan conturbado, le dijo: «Tu sierva ha escuchado tu voz y he puesto mi vida en peligro por obedecer las órdenes que me diste. Escucha, pues, tú también la voz de tu sierva y permíteme que te sirva un bocado de pan para que comas y tengas fuerzas para ponerte en camino». Saúl se negó diciendo: «No quiero comer». Pero sus servidores, a una con la mujer, le insistieron hasta que accedió. Se levantó del suelo y se sentó en el diván. Tenía la mujer en casa un ternero cebado y se apresuró a degollarlo. Tomó harina, la amasó y coció unos ázimos. Lo sirvió a Saúl y sus servidores, comieron y levantándose se marcharon aquella misma noche (1 Sam 28, 21-25).

Esta médium es capaz de poner a los vivos en contacto con los muertos, pero, al mismo tiempo, es realista y sabe decir su palabra de juicio y exigencia al mismo rey abatido, incapaz de levantarse y luchar por su pueblo, como era su deber en aquel momento. De esa forma, ella se convierte en animadora de vivos, diciendo a Saúl lo que debe hacer, como persona y como rey. No evoca a los muertos para apartar a los vivos de sus tareas en la historia, sino para que ellos vean con más profundidad esa historia, es decir, para que asuman la tradición y tareas que vienen del pasado, comprometiéndose de un modo más intenso en la exigencia del futuro.

Leer más...
 
© 2007 Template feito por Templates para Você