El 22 de septiembre de 1979 se produjo una explosión al sur del Océano Indico (ver mapa). Y aunque existen algunas dudas, la hipótesis más probable es que se tratase de un ensayo nuclear.
El suceso fue denominado el Evento Vela debido a que fue un satélite de Estados Unidos denominado Vela el que registro el incidente. Por aquellos tiempos no existía el sofisticado sistema de detección de explosiones nucleares con el que se cuenta hoy en día.
De acuerdo con la información publicada en el año 2006 por periódico israelí los responsables de la explosión fueron Israel con la colaboración de Sudáfrica. Esta información fue extraída de documentos secretos estadounidenses desclasificados. Esos documentos confirman que una misteriosa explosión era de origen nuclear.
El informe contradice las conclusiones de una comisión de investigación designada en ese momento por el presidente estadounidense Jimmy Carter, que indicó que la explosión tenía otro origen. La divulgación de estos documentos se produjo por pedido del Centro de Investigación sobre Seguridad Nacional de la Universidad de Georgetown de Washington.
En 1990, un informe del servicio de inteligencia estadounidense, la CIA, afirmaba que Sudáfrica producía armas nucleares. Ese documento, elaborado en diciembre de 1979 por la Casa Blanca, indicó que Israel y Sudáfrica cooperaban en cuestiones militares, entre ellas, la investigación nuclear. Según publicaciones extranjeras, Israel dispone de un arsenal nuclear de más de 200 ojivas, aunque el Estado hebreo nunca reconoció que cuente con una bomba atómica.
Aun así en su tiempo las dos naciones negaron rotundamente ser los responsables de dicha explosión.
El suceso fue denominado el Evento Vela debido a que fue un satélite de Estados Unidos denominado Vela el que registro el incidente. Por aquellos tiempos no existía el sofisticado sistema de detección de explosiones nucleares con el que se cuenta hoy en día.
De acuerdo con la información publicada en el año 2006 por periódico israelí los responsables de la explosión fueron Israel con la colaboración de Sudáfrica. Esta información fue extraída de documentos secretos estadounidenses desclasificados. Esos documentos confirman que una misteriosa explosión era de origen nuclear.
El informe contradice las conclusiones de una comisión de investigación designada en ese momento por el presidente estadounidense Jimmy Carter, que indicó que la explosión tenía otro origen. La divulgación de estos documentos se produjo por pedido del Centro de Investigación sobre Seguridad Nacional de la Universidad de Georgetown de Washington.
En 1990, un informe del servicio de inteligencia estadounidense, la CIA, afirmaba que Sudáfrica producía armas nucleares. Ese documento, elaborado en diciembre de 1979 por la Casa Blanca, indicó que Israel y Sudáfrica cooperaban en cuestiones militares, entre ellas, la investigación nuclear. Según publicaciones extranjeras, Israel dispone de un arsenal nuclear de más de 200 ojivas, aunque el Estado hebreo nunca reconoció que cuente con una bomba atómica.
Aun así en su tiempo las dos naciones negaron rotundamente ser los responsables de dicha explosión.
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