En un sorpresivo descubrimiento, los científicos de la agencia espacial estadounidense (NASA) encontraron una pequeña criatura parecida a un camarón bajo la gruesa capa de hielo de la Antártida.
A una profundidad de más de 180 metros bajo la capa de hielo, donde no llega la luz solar, los investigadores no esperaban encontrar vida.
La criatura, un anfípodo Lysianassidae-una pequeña especie de crustáceo de unos 8 centímetros de largo- fue hallada debajo de la capa de hielo de Ross, en el occidente de la Antártica y a unos 20 kilómetros del mar abierto.
Los científicos habían introducido una cámara de video en el vientre de la capa de hielo cuando se quedaron perplejos con la aparición de la criatura.
Y a su lado lograron observar un tentáculo que creen pertenecía a una medusa de unos 30 centímetros de largo.
"Estábamos llevando a cabo el experimento asumiendo que no encontraríamos nada en ese lugar", afirmó Robert Bindschadler, científico de la NASA. que dirige la investigación.
"Se trata de un camarón que sin duda te gustaría tener en un plato".
Inhóspito
El crustáceo fue filmado nadando en una región donde se pensaba que las extremas condiciones de vida difícilmente permitían vivir a unos cuantos microbios.
El hallazgo, dicen los investigadores, podría conducir ahora a nuevas investigaciones en busca de vida en lugares que hasta ahora han sido descartados, como planetas lejanos.
Los científicos creen que si los crustáceos pueden soportar la vida en esas condiciones, quizás otros organismos más complejos pueden vivir en lugares más inhóspitos.
Al inicio los científicos pensaron que la criatura se había trasladado desde el mar abierto a esa región oscura, pero la distancia desde allí es demasiado grande para que animales tan pequeños puedan viajar debajo de la capa de hielo.
Pero de cualquier forma, dicen los investigadores, sigue siendo un misterio cómo el crustáceo logró sobrevivir y con qué tipo de alimento.
Los detalles del hallazgo serán presentados durante la conferencia anual de la Unión Geofísica Estadounidense.
A una profundidad de más de 180 metros bajo la capa de hielo, donde no llega la luz solar, los investigadores no esperaban encontrar vida.
La criatura, un anfípodo Lysianassidae-una pequeña especie de crustáceo de unos 8 centímetros de largo- fue hallada debajo de la capa de hielo de Ross, en el occidente de la Antártica y a unos 20 kilómetros del mar abierto.
Los científicos habían introducido una cámara de video en el vientre de la capa de hielo cuando se quedaron perplejos con la aparición de la criatura.
Y a su lado lograron observar un tentáculo que creen pertenecía a una medusa de unos 30 centímetros de largo.
"Estábamos llevando a cabo el experimento asumiendo que no encontraríamos nada en ese lugar", afirmó Robert Bindschadler, científico de la NASA. que dirige la investigación.
"Se trata de un camarón que sin duda te gustaría tener en un plato".
Inhóspito
El crustáceo fue filmado nadando en una región donde se pensaba que las extremas condiciones de vida difícilmente permitían vivir a unos cuantos microbios.
El hallazgo, dicen los investigadores, podría conducir ahora a nuevas investigaciones en busca de vida en lugares que hasta ahora han sido descartados, como planetas lejanos.
Los científicos creen que si los crustáceos pueden soportar la vida en esas condiciones, quizás otros organismos más complejos pueden vivir en lugares más inhóspitos.
Al inicio los científicos pensaron que la criatura se había trasladado desde el mar abierto a esa región oscura, pero la distancia desde allí es demasiado grande para que animales tan pequeños puedan viajar debajo de la capa de hielo.
Pero de cualquier forma, dicen los investigadores, sigue siendo un misterio cómo el crustáceo logró sobrevivir y con qué tipo de alimento.
Los detalles del hallazgo serán presentados durante la conferencia anual de la Unión Geofísica Estadounidense.
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