Cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos,unos se burlaban, y otros decían:
Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Hechos 17:32.
A este Jesús resucitó Dios,de lo cual todos nosotros somos testigos.
Hechos 2:32.
El siglo XX trajo más cambios que los que pudieron conocer las veinte generaciones precedentes. Es sabido que cada vez hay más avances en la ciencia, la tecnología… El nivel económico ha subido en ciertas capas de la sociedad, pero esa mejora hace resaltar el estancamiento moral, y aun su retroceso. ¿Cuántos grandes problemas aguardan todavía una solución? La paz en el mundo, la justicia social, las enfermedades, la muerte. «Tengan paciencia -dicen los científicos-, miren los progresos de la genética y los de la informática. Vamos a conquistar el cosmos…».
Que el hombre fuese a la Luna… Dígame, ¿qué cambió esto en su vida y en la mía?
Pero un hombre que sale de la tumba, demostrando un poder que no tiene nada en común con los medios de los cuales dispone la naturaleza humana, ¡esto sí cambió todo! Este hecho capital -la resurrección de Cristo- está rodeado de una gloria única que los siglos no han podido empañar.
Los hombres tomaron todas las precauciones para que la tumba fuera guardada. Pero esas mismas precauciones contribuyeron a demostrar que la resurrección es una realidad irrefutable. Los discípulos de Jesús lo vieron resucitado durante cuarenta días, y ahora es conocido y esperado personalmente por todo aquel que cree. Jesucristo dice: “He aquí yo vengo pronto” (Apoc. 22:12).
Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Hechos 17:32.
A este Jesús resucitó Dios,de lo cual todos nosotros somos testigos.
Hechos 2:32.
El siglo XX trajo más cambios que los que pudieron conocer las veinte generaciones precedentes. Es sabido que cada vez hay más avances en la ciencia, la tecnología… El nivel económico ha subido en ciertas capas de la sociedad, pero esa mejora hace resaltar el estancamiento moral, y aun su retroceso. ¿Cuántos grandes problemas aguardan todavía una solución? La paz en el mundo, la justicia social, las enfermedades, la muerte. «Tengan paciencia -dicen los científicos-, miren los progresos de la genética y los de la informática. Vamos a conquistar el cosmos…».
Que el hombre fuese a la Luna… Dígame, ¿qué cambió esto en su vida y en la mía?
Pero un hombre que sale de la tumba, demostrando un poder que no tiene nada en común con los medios de los cuales dispone la naturaleza humana, ¡esto sí cambió todo! Este hecho capital -la resurrección de Cristo- está rodeado de una gloria única que los siglos no han podido empañar.
Los hombres tomaron todas las precauciones para que la tumba fuera guardada. Pero esas mismas precauciones contribuyeron a demostrar que la resurrección es una realidad irrefutable. Los discípulos de Jesús lo vieron resucitado durante cuarenta días, y ahora es conocido y esperado personalmente por todo aquel que cree. Jesucristo dice: “He aquí yo vengo pronto” (Apoc. 22:12).
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